Que Max Verstappen y Lando Norris son dos buenos amigos no es ninguna novedad. El holandés, de 22 años, y el británico, de 20, forman parte de la nueva generación de pilotos jóvenes de la parrilla y ambos comparten una afición que les ha unido mucho: los videojuegos. Y en especial, el ‘SimRacing’, es decir, el famoso simulador de carreras. Por ello, no es de extrañar que ambos se realicen bromas en el paddock, y en este caso, en los test de pretemporada de F1 2020, fue Verstappen el que atacó primero.
El jueves por la mañana, con la pista algo mojada por la lluvia caída de noche, Verstappen salía a pista con su RB16 sabiendo que todavía faltaba tiempo para poder realizar pruebas representativas y serias al volante de su Red Bull debido a las condiciones del asfalto. Así pues, tenía un momento para ‘picar’ un poco a su amigo inglés, y al pasar por delante del muro de McLaren del pit lane en el que se encontraba Lando, Max miró hacia ahí y levantó la mano para mostrarle el dedo del medio.
Norris, consciente de que la televisión le pinchaba inmediatamente después en busca de una respuesta, correspondía con su mano hacia el monitor. Todo parte de una broma más que añadir a la lista entre estos dos jóvenes talentos. Uno, mucho más asentado, y otro, llegando con fuerza. Con distintos carácteres. El holandés destaca por su agresividad, que hace que sea amado por muchos y odiado por otros. Mientras que a Lando es muy difícil encontrar a una persona que no tenga empatía con él. Una de las mejores personas de la parrilla sin duda.
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