HONG KONG — Mientras docenas de ciudades en el este y el sur de China emitían alertas de calor el martes, con algunos pronósticos de temperatura superiores a los 104 grados durante las próximas 24 horas, los trabajadores de la salud realizaron pruebas de coronavirus al aire libre con paquetes de refrigerios congelados atados a sus trajes blancos para materiales peligrosos. Los techos se derritieron, las carreteras se agrietaron y algunos residentes buscaron refugio en refugios antiaéreos subterráneos.
Se pronostica que la ola de calor persistirá durante al menos dos semanas.
El calor abrasador refleja una tendencia global de episodios cada vez más frecuentes de clima extremo impulsados por el cambio climático. En junio, semanas de olas de calor asolaron el norte de China, al mismo tiempo que las inundaciones desplazaron a millones de personas en el centro y suroeste del país.
Un museo en Chongqing que exhibe reliquias imperiales del Museo del Palacio cerró por reparaciones después de que se derritieran secciones de su techo de tejas, según un aviso publicado el lunes. En una ciudad en la provincia sureña de Jiangxi, la televisión estatal mostró una sección de una carretera dañada por el calor arqueada al menos seis pulgadas, según el servicio de noticias Reuters.
Los residentes de la ciudad de Nanjing descansaron en sillas socialmente distantes en refugios subterráneos que han estado abiertos al público desde el domingo. En el Zoológico de Chengdu y el Zoológico de Shanghai, los animales recibieron rebanadas de sandía y golosinas de hielo del tamaño de un bocado.
El calor implacable también coincide con rondas de pruebas de PCR obligatorias en todo el país, incluso en Shanghái, ya que las autoridades buscan frenar la rápida propagación de la variante Omicron y sus subvariantes.
Los trabajadores de la salud, atrapados en equipo de protección completo durante largas horas, recurrieron a formas creativas para mantenerse frescos.
Una fotografía publicada en las redes sociales mostraba a los trabajadores de la salud del Hospital de Medicina Tradicional China del condado de Suixi atando postres congelados a las capuchas de sus trajes de materiales peligrosos mientras los residentes hacían fila para las pruebas de coronavirus. Un video mostró a un trabajador de la salud de Shanghai liberando charcos de sudor que se habían acumulado en la cubierta del pie del traje.
Otro video mostraba a un trabajador de la salud en Henan sucumbiendo a un golpe de calor, jadeando en el suelo mientras sus colegas lo abanicaban con paquetes de kits de prueba.
La mortalidad relacionada con el exceso de calor se ha multiplicado por cuatro en China entre 1990 y 2019, alcanzando las 26.800 muertes en 2019 según un estudio publicado por The Lancet en 2020. El aumento de las temperaturas también ha incrementado los riesgos de incendios forestales y fomentado la propagación de dengue en el país, señaló el estudio.
claire fu investigación aportada.
Source link