Consumado el descenso matemático tras perder ante el Valencia el domingo, el Eibar empieza a preparar el proyecto en Segunda División con la duda de José Luis Mendilibar y su posible marcha del club armero. Salvo sorpresa, el entrenador vizcaíno podría anunciar esta misma semana que abandona el Eibar, por lo que el partido ante el Barcelona del sábado en Ipurua, podría ser su último encuentro al frente del conjunto.
Después de seis años, Mendilibar abandonará el Eibar, dejando una huella imborrable en la entidad y en su hinchada pues logró consolidar al equipo en la máxima categoría pese a disponer, en varios cursos, de pocos mimbres.
El silencio de Ipurua
Una de los factores clave que ha desencadenado la mala temporada del Eibar y el consecuente descenso ha sido la ausencia de público en Ipurua, un fortín en anteriores campañas donde llegaron a doblar la rodilla más de un equipo ‘grande’.
Pero este curso marcado por la ausencia de público en las gradas por la pandemia, ha resultado fatal para la escuadra armera. Los de Mendilibar solo han ganado dos partidos de los 19 jugados hasta ahora en Ipurua, un balance nefasto al que se añade 7 empates y 9 derrotas, números de condena.
Las únicas victorias del Eibar se dieron en enero ante el Granada y ya en mayo contra el Alavés. La falta de gol en los partidos como local ha sido determinante para que el conjunto de Mendilibar no haya levantado cabeza en Ipurua: solo 12 dianas marcaron en casa, de largo, el equipo menos goleador y de los que más encajaba.
El Eibar no pudo suplir el pasado verano las importantes bajas de Charles Dias, Gonzalo Escalante y Orellana, que en la anterior campaña dieron muchos goles. Y este año se ha pagado caro.
De los que llegaron cedidos, tan solo Bryan Gil ha brillado, pero tiene muchos números de volver al Sevilla. Urge recomponer el equipo este verano, un bloque del que pueden ‘huir’ piezas importantes como el portero Dmitrovic o el ariete Kike García.
Source link