El piloto español de Fórmula 3 Pepe Martí (Barcelona, 2005), que ha empezado la temporada con una victoria en la carrera corta con parrilla invertida en Baréin, y un séptimo puesto en la prueba larga en Australia, asegura en una entrevista con EFE que se ve “perfectamente capaz” de pelear por el título.
El piloto catalán destaca el “trabajo duro” y la “alegría” que significó el primer triunfo en la Fórmula 3 conseguido en Baréin con el que puso fin a más de un año y medio sin ganar en competiciones de automovilismo.
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Cuando acabó la primera carrera del campeonato, una imagen se viralizó en las redes sociales. Era Fernando Alonso, doble campeón mundial de Fórmula Uno, felicitando en persona a Martí, que forma parte de la agencia de representación del asturiano, ‘A14 Management’.
“Lo significó todo. Fernando es mi ídolo, mi modelo a seguir. Es una gran influencia a la hora de conducir. Tenerlo ahí, celebrando mi primera victoria en Fórmula 3, la verdad que fue un momento inolvidable, lo voy a recordar toda mi vida”, explica.
Todos estos momentos cobran más sentido si se tiene en cuenta el contexto en el que el joven piloto busca hacerse su hueco entre los mejores.
El piloto de Campos Racing está cursando segundo de bachillerato. Explica que hasta el primer curso había sido capaz de mantener un buen ritmo en los estudios. Este año, sin embargo, asegura estar “sufriendo”, ya que necesita una “exigencia perfecta”.
Pero gracias a la flexibilidad de su instituto para aplazar algunos exámenes puede seguir adelante con el curso. Su próximo objetivo académico es la prueba de selectividad para acceder a la universidad.
Mientras continúa estudiando, espera cumplir un sueño que tiene desde joven: “Llevo toda la vida queriendo hacer ‘karts’, mi madre me transmitió la pasión por el mundo del motor cuando era pequeño”.
En 2016, probó por primera vez un ‘kart’ de competición en un campeonato local, después se pasó al karting nacional y, posteriormente, a las pruebas internacionales de automovilismo.
“El ambiente es muy diferente, pasas de estar en un monoplaza descubierto como es un ‘kart’, con poca potencia y ligero, a competir en circuitos de talla mundial con coches en los que estás totalmente cubierto. Ese es el cambio que más te impacta como piloto”, admite el corredor español sobre el cambio de monoplaza.
Sin embargo, reconoce que el salto de F4 a F3 le pilló “un poco desprevenido”. En este sentido, considera que competir entre ambas competiciones en la Fórmula Regional de Asia no le sirvió de preparación, ya que llegó con muy pocos días de rodaje en comparación con sus rivales y lo acusó durante todo el año.
Pero el barcelonés ya está perfectamente adaptado a la categoría, y, prueba de ello, es la primera victoria conseguida al esprint en Baréin, lo que le impulsa para seguir luchando en la Fórmula 3: “Confío mucho en el equipo porque seguimos dando pasos adelante”.
No obstante, prefiere no aventurarse sobre lo que le deparará en el futuro, ya que, en su opinión, el mundo de la competición es muy desagradecido.
“Lo primero es que una mala temporada acaba con tu carrera hacia la Fórmula Uno. Y otro factor importante es el económico. Yo estoy muy agradecido a mis padres y a mis patrocinadores de que ahora mismo nos podamos permitir correr en la F3, pero puede ser que haya un día que no sea así. Por eso, me centro en lo que puedo hacer”, remacha el piloto.
El siguiente reto de Pepe Martí será en el circuito de Imola (Italia), el fin de semana del 19 al 21 de mayo. Allí intentará mejorar el resultado de la última carrera y tratará de volver a las posiciones delanteras.