La Euroliga sigue trabajando para poder desarrollar el final de la temporada en verano (4-26 de julio) pero los obstáculos que se está encontrando son numerosos. Así lo han reconocido en los últimos días ejecutivos de diversos de los clubs participantes, el último el general manager del Khimki, Pavel Astakhov, que ha dicho que “la situación es muy complicada”.
La Euroliga debe decidir el 24 de mayo de forma definitiva si cancela la temporada o tira adelante su proyecto para acabarla. Se está trabajando a fondo para conseguirlo pero las trabas son numerosas. “Estamos en constante contacto con la Euroliga a través de vídeoconferencias. Ellos entienden la situación de cada club. Nosotros tenemos a todos los jugadores aislados en sus casas, entrenando en casa los que pueden. Si la temporada se reanuda, todos volverán. Pero no tenemos claro si esto podrá suceder porque la entrada de extranjeros en Rusia está vetada por un período indeterminado”, señala el ejecutivo del Khimki.
“Echamos mucho de menos el baloncesto y nos alegraría acabar la temporada si todos los estándares sanitarios y epidemiológicos se respetan en la sede que elija la Euroliga. De todos modos, en términos de implementación es muy difícil y nadie puede hacer una previsión. La situación de conjunto es muy complicada pues todavía existe la cuarentena en muchos países”, añade Astakhov.
Otros equipos que han mostrado su pesimismo sobre la posibilidad de terminar la presente temporada de Euroliga son el CSKA Moscú, el Estrella Roja, el Baskonia y el Zenit San Petesburgo.
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