Tras dos años de pandemia, todavía se confirman unas 50.000 muertes por covid cada semana en el mundo. Y la cifra real podría ser el doble o el triple. El nuevo coronavirus sigue matando a un número escandaloso de personas, sobre todo por la falta de vacunación en los grupos más vulnerables. Un nuevo fármaco de la compañía estadounidense Pfizer podría dar un vuelco a la situación. La empresa ha anunciado este martes que su tratamiento experimental Paxlovid, en pastillas, reduce un 89% el riesgo de hospitalización o muerte de los pacientes más vulnerables si se toma en los tres primeros días tras la aparición de síntomas de la covid. Y esta eficacia se mantiene en un 88% si se toma en los cinco primeros días.
Los nuevos datos de Pfizer se basan en un estudio con unas 2.250 personas no vacunadas, todas ellas con al menos un factor de riesgo asociado a una mayor gravedad de la covid, como la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Solo el 0,7% de los pacientes que recibieron Paxlovid tuvieron que ser hospitalizados y no se registró ninguna muerte, frente al 6,5% de ingresados y a los nueve fallecimientos observados a lo largo de un mes en el grupo que tomó pastillas de mentira, además del tratamiento convencional. Estos prometedores resultados coinciden con los de un análisis preliminar ya publicado a comienzos de noviembre.
El farmacéutico Jesús Sierra cree que los nuevos datos “apuntan a ser muy buenos”, pero subraya la cortapisa de tener que iniciar el tratamiento en los primeros cinco días tras la aparición de los síntomas. “Esto limita mucho la aplicabilidad en la práctica”, señala Sierra, coordinador del registro de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), una base de datos de 16.000 pacientes para estudiar fármacos asociados a una menor mortalidad por covid. El farmacéutico, del Hospital Universitario de Jerez de la Frontera (Cádiz), también destaca que los excelentes resultados preliminares de Pfizer se han logrado con personas no vacunadas y que todavía no se han publicado en una revista científica. “Sería muy bueno disponer de los datos completos para su análisis”, recalca Sierra.
El médico Alberto Borobia, coordinador de la unidad de ensayos clínicos del hospital madrileño La Paz, opina que disponer de un antiviral oral contra la covid sería una “buena noticia”, con “gran relevancia en población inmunodeprimida o no correctamente inmunizada”. Borobia resalta ventajas del Paxlovid, como las pocas reacciones adversas y su posible uso en atención primaria, pero también advierte de que el ritonavir, uno de los componentes del tratamiento, es un inhibidor metabólico que aumenta el riesgo de interacciones con otros fármacos.
Pfizer también ha anunciado este martes los resultados de un segundo ensayo en 854 pacientes de menor riesgo, tanto personas saludables no vacunadas como vacunados afectados por otras enfermedades. El 2,4% de los participantes que recibieron pastillas falsas tuvieron que ser hospitalizados, frente al 0,7% de los que tomaron Paxlovid, lo que significa una reducción del 70%.
El veterinario Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de Pfizer, ha afirmado en un comunicado que su antiviral, si finalmente se autoriza, “podría tener un impacto significativo en las vidas de muchas personas”. Bourla, nacido en Tesalónica (Grecia) hace 60 años, ha afirmado que la nueva variante preocupante del coronavirus, ómicron, “ha exacerbado la necesidad de disponer de opciones de tratamiento accesibles”. Ómicron, según los primeros indicios, tiene una mayor capacidad para infectar a las personas vacunadas y a las que ya han pasado la covid, debido a la acumulación de más de 35 mutaciones en su espícula, la llave que emplea el coronavirus para penetrar en las células humanas.
El Paxlovid es una combinación de ritonavir, ya utilizado en pacientes con VIH, y nirmatrelvir, una nueva molécula que actúa sobre las proteínas no estructurales del coronavirus, implicadas en su proceso de multiplicación. La variante ómicron no presenta grandes mutaciones en esas proteínas que son el objetivo de Paxlovid, así que todo apunta a que el fármaco será igualmente eficaz. Las pastillas de Pfizer, según ha explicado Bourla, son “un potente inhibidor” de estos componentes de ómicron en el laboratorio, lo que sugiere que “probablemente mantendrán una sólida actividad antiviral” en la vida real.
El banco de inversión estadounidense SVB Leerink ha calculado que Pfizer podría ingresar más de 21.000 millones de euros en 2022 por las ventas de Paxlovid si finalmente las agencias del medicamento de cada país deciden autorizar su uso. Sería uno de los fármacos más rentables de la historia.
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