Puede que en situaciones puntuales no lo sea pero a la larga, el baloncesto, como la vida, pone a cada uno donde se merece. Anoche, puso a Chris Paul en las Finales de la NBA. O mejor dicho, Paul se puso a sí mismo, por primera vez en su carrera, a una eliminatoria del anillo.
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Los Angeles Clippers cayeron de forma clara ante Phoenix Suns en el sexto partido de una eliminatoria que seguramente se haya extendido más de lo que debía. Paul lideró una actuación sensacional de los suyos para proclamarse campeones de la Conferencia Oeste.
El base, uno de los grandes jugadores de este siglo que quedaban sin pisar unas Finales de la NBA, terminó con 41 puntos una noche para el recuerdo. Los Suns bailaron bajo su batuta, haciendo historia y volviendo a una serie final por el título, por primera vez en 28 años.
No lo hizo solo, pues su labor en Phoenix ha sido mucho más compleja. Ha convertido a dos jóvenes promesas en auténticas estrellas de la liga. Anoche, De’Andre Ayton y Devin Booker volvieron a brillar bajo el ala de CP3.
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El primero cerró una serie fantástica con 16 puntos y 17 rebotes, gracias a un dominio total de la pintura. El segundo terminó con 22 tantos y ya es parte de la historia de la franquicia; y lo que le queda por delante.
Esta vez los angelinos no pudieron pelear contra lo inevitable. La enésima baja de Kawhi Leonard pesó demasiado esta vez. Ni siquiera su presencia en el banquillo logró darles alas ante un rival que salió completamente convencido de su victoria.
Paul George no fue suficiente. Tampoco lo fue Reggie
Jackson, ni Marcus
Morris. Los tres pilares sobre los cuales se han sostenido los Clippers en esta serie fueron cayendo uno a uno, dejando a los Clippers a un paso de sus primeras Finales NBA de la historia.
Pese a ser jugadores criticados constantemente, poco puede achacarse a este trío de jugones que lo ha dado todo. PG ha demostrado que sigue formando parte de la élite de la liga y que, conociéndole, volverá más fuerte.
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El partido se fue rompiendo minuto a minuto, resquebrajándose hasta que los Suns tuvieron una ventaja lo suficientemente grande como para empezar a celebrarlo. Hubo quien no lo entendió, o quizás no quiso hacerlo.
Pattrick Beverley fue expulsado a falta de pocos minutos por una falta tan innecesaria como repulsiva sobre Paul. Con el juego parado empujó a su rival por detrás, tirándole al suelo en un acto de desesperación total.
Los Suns son finalistas y esperan contrincante. La serie de la Conferencia Este aún tiene cuerda y su rival podría ser cualquiera de los dos. Hasta entonces, los de Arizona tendrán tiempo de mentalizarse para intentar un asalto al trono tan inesperado como merecido.
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