Nadie se esperaba otra cosa que no fuera un espectáculo a la altura de las circunstancias. Y sin embargo, el resultado mejoró las expectativas. Phoenix Suns y Utah Jazz se enfrentaron anoche en lo más alto de la Conferencia Oeste, poniendo en juego sus puestos como primero y segundo clasificado. Los Suns se acabaron llevando un triunfo agónico en la prórroga por 113 a 117.
El encuentro, lejos de decepcionar a nadie, nos dejó un sabor a playoff digno de las mejores noches. Ambos equipos presentaron su mejor nivel de juego y encadenaron incesantemente acciones espectaculares para delicia de los espectadores.
El parcial del primer cuarto, con ventaja por la mínima (21-20) para los Jazz, ya dio muestra de un encuentro que iba a ser una dura batalla. Los Suns reaccionaron en el segundo (31-19), poniendo tierra de por medio y presentando su candidatura a reinar en el Salvaje Oeste.
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Tras el descanso, Donovan Mitchell se encargó de dejar claro que los Jazz no iban a dejar escapar un triunfo cómodo de ninguna forma. Los de Quinn Snyder armaron una remontada con un gran parcial (38-26) al ritmo de su estrella y lo dejaron todo por decidir en el último asalto.
Ahí llegó la hora de la verdad, el momento en el que los astros brillan y los demás callan. La fiabilidad de Rudy Gobert se encontró con el empuje del joven DeAndre Ayton, dejándonos un choque de titanes en la pintura de otro tiempo.
Por muerta, mientras tanto, Mitchell y Bogdanovic se las tenían con Booker y un inspiradísimo Chris Paul. Y qué importante es tener a alguien con la experiencia y los galones de Paul cuando te la estás jugando a todo o nada.
Los Suns cogieron la delantera y parecían tener el triunfo bajo el brazo cuando pusieron el 102 a 99 a falta de apenas 16 segundos. Los Jazz, que no pidieron tiempo muerto, se encomendaron a Mitchell. El base cruzó la cancha corriendo, se plantó en la línea de tres y anotó un triplazo para regalarnos cinco minutos más de baloncesto.
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Una vez en la prórroga, volvió a reinar la calma de Chris Paul. Nadie mejor que él para gestionar un final de infarto como el de esta noche. La igualdad se mantuvo hasta los instantes finales, pero esta vez los Suns aguantaron y no se dejaron comer terreno por unos Jazz que acabaron muriendo en la orilla.
Parece casi irrelevante nombrar a los protagonistas numéricos del encuentro tras un espectáculo de este calibre, pero sus estadísticas también fueron de aúpa. Mitchell, líder absoluto de Utah, se fue anoche hasta los 41 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, reflejo de un partido estelar.
Le acompañaron Gobert, con 16 puntos y 18 rebotes sin un solo fallo en el tiro, y Bojan Bogdanovic. El croata sumó otros 20 tantos como segundo máximo anotador de los de Salt Lake City. Sin embargo, el quinteto se vio superado en el diferencial final por su rival.
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Y es que los minutos de Chris Paul y DeAndre Ayton acabaron pesando mucho. El pívot sumó 18 puntos, 12 rebotes, 2 robos y 3 tapones en una grandísima noche en la pintura, mientras que CP3 anotó 29, repartió 9 asistencias y ejerció de líder absoluto. Devin Booker, a la chita cayando, se fue hasta los 35.
El triunfo permite a los Suns recortar distancias con Utah. Este triunfo, su 36º del curso, les acerca a los 38 que ostentan los Jazz con apenas veinte partidos restantes de temporada regular. Las últimas semanas de campañas serán, sin lugar a duda, caóticas.
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