WASHINGTON DC – Las farmacéuticas Merck y Ridgeback pidieron este lunes a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) una autorización para uso de emergencia de una píldora que reduce los efectos del COVID-19 en personas contagiadas.
Las compañías habían entregado a la FDA el 1 de octubre datos de investigación que indicaban que molnupiravir, un medicamento oral, redujo las hospitalizaciones y los decesos a casi la mitad entre personas infectadas de coronavirus.
Si consigue la autorización de la FDA, el fármaco será la primera píldora creada para tratar el COVID-19, un posible gran avance en la lucha contra la pandemia. La respuesta de la FDA llegaría en las próximas semanas.
LOS DETALLES SOBRE EL TRATAMIENTO POR VÍA ORAL DE MERCK Y RIDGEBACK
Todas las terapias contra la enfermedad autorizadas ahora en EEUU requieren una vía intravenosa o una inyección.
Según Merck y su socio Ridgeback Biotherapeutics, los primeros resultados mostraron que los pacientes que recibieron el medicamento, llamado molnupiravir, en los cinco días posteriores a mostrar síntomas tenían una tasa de hospitalización casi un 50% menor que quienes recibieron el placebo.
En el estudio participaron 775 adultos con síntomas leves o moderados de COVID-19 que estaban considerados de alto riesgo para desarrollar un cuadro grave por problemas de salud previos como obesidad, diabetes o enfermedades cardiacas.
Entre los que tomaron molnupiravir, el 7.3% fue hospitalizado o falleció al cabo de 30 días, frente al 14.1% del grupo de control.
En el primer grupo no se reportaron decesos tras ese periodo, frente a los ocho del segundo, explicó Merck. Los resultados fueron publicados por la farmacéutica y no han sido revisados. Merck dijo que tiene previsto presentarlos en un congreso médico.
Los CDC emitieron su recomendación más fuerte hasta el momento instando a las mujeres embarazadas a recibir la vacuna COVID-19, advirtiendo sobre los riesgos graves para las embarazadas que contraen el virus.
Un grupo de expertos independientes que monitoreó el ensayo recomendó pararlo antes de tiempo por la solidez de sus resultados provisionales.
Los dos grupos que participaron en el estudio reportaron efectos secundarios, pero éstos fueron ligeramente más habituales entre quienes recibieron el placebo. La farmacéutica no explicó cuáles fueron estos problemas. Estudios previos mostraron que el fármaco no ayudaba a quienes ya habían sido hospitalizados con casos graves de COVID-19.
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