Modificar un poco la vía no sólo salvaguarda el sitio, sino que ayuda al turismo y al desarrollo de la región, dice el arqueólogo Takeshi Inomata.
La recién descubierta zona arqueológica de Aguada Fénix, en Tabasco, es la más antigua construcción maya que se haya logrado identificar hasta ahora, pero, al parecer, está “atravesada” en el camino del Tren Maya.
Tal vez sería bueno considerar un poco de desvío en la ruta del tren, señala Takeshi Inomata, académico de la Universidad de Arizona y quien dirigió los trabajos de investigación.
“No se necesita tanto desvío, pero sí mover esa vía un poquito fuera del sitio, eso ayudaría a preservarlo y, al mismo tiempo, ayuda al turismo o al desarrollo de esta región”, explica el investigador en entrevista con Aristegui en Vivo.
Para identificar el lugar y establecer sus dimensiones, se utilizó el lídar, una técnica que usa el láser para, desde una avioneta, obtener imágenes tridimensionales del sitio.
“El sitio, que tiene una forma exacta rectangular, no se conocía; es muy grande, pero horizontal; por lo que si se camina por la zona se mira como parte del terreno natural”, explica el experto en la civilización maya.
La tecnología láser les permitió penetrar la selva para lograr ver lo que es una gran construcción maya.
“Si miramos fotos, se ven árboles y bosques, y casi no se miran los sitios arqueológicos, que están abajo, pero con láser se pueden ver y se puede tener esta imagen tridimensional, muy exactamente”.
La preocupación ahora es si pasaría por ahí, o cerca de ahí, el Tren Maya, pues eso trae muchas implicaciones.
Las construcción es muy extensa, con más de un kilómetro cuadrado, explica Inomata, y el tren pasaría por el oeste, donde se ubican las construcciones más pequeñas del ceremonial.
El descubrimiento arqueológico se dio a conocer recientemente en la revista Nat Geo y, el viernes, en una conferencia virtual desde el Colegio Nacional, Inomata, parte fundamental de este trabajo, explicó la importancia del hallazgo.
Ahora, el exhorto es para quienes están desarrollando el Tren Maya, que consideren el valor de los vestigios para modificar en algo la ruta del tren.
“Esa distancia no tiene que ser tan grande, y sería bueno considerar esa opción”, concluyó Inomata.