El piloto del avión privado que se accidentó en Coahuila cuando el fin de semana cubría la ruta Las Vegas-Monterrey fue señalado en 2006 por las autoridades mexicanas de tener nexos con el narcotráfico, específicamente con el Cartel de Sinaloa.
Juan José Aguilar Talavera, capitán que recibió instrucción militar, fue detenido en 2006 como parte de una célula que trabajaba para Joaquín “El Chapo” Guzmán, según la acusación formal de la entonces Procuraduría General de la República.
En el boletín 946/06, del 20 de julio de 2006, la PGR informó sobre la detención de 11 integrantes de una célula de “El Chapo” Guzmán en el aeropuerto de Tijuana, Baja California.
Entre los detenidos estaban el piloto Aguilar Talavera, a quien en el mundo de la aviación y el ámbito criminal conocían como “Capitán Juanito”, y su hermano, Martín Israel Aguilar Talavera, quien era sobrecargo.
Las 11 personas fueron ingresadas en el reclusorio Oriente, acusadas en la causa penal 95/2006 por delincuencia organizada, tráfico de indocumentados y posesión de armas.
Esto debido a que el grupo detenido habría participado en la logística para introducir a México un embarque de 5.5 toneladas de cocaína en un avión DC-9 decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche, en abril de 2006.
En ese operativo fue capturado el ciudadano el venezolano Miguel Vicente Vázquez, quien fue sentenciado a 17 años de prisión.
Pero el caso alertó sobre una red de tráfico de cocaína que vinculaba a África y Sudamérica con México.
No obstante la relevancia del caso, las autoridades no indican ni si Aguilar Talavera enfrentó el proceso penal ni cómo y cuándo recuperó la libertad.
Cinco años después, el piloto que era familiar de varios funcionarios del gobierno del Estado de México reapareció de manera pública.
Aguilar Talavera fue parte de una operación internacional para traer a México de manera clandestina y con documentos falsos al hijo del depuesto gobernante libio Muamar Gadafi, Saadi Gadafi, y a su familia, de acuerdo con información de la entonces Procuraduría General de la República.
Con base en la averiguación previa 147/2011, el piloto participó en la arriesgada operación en la que fue pieza clave el empresario Christian Eduardo Esquino Núñez, dueño de las empresas Recreación y Diversión y Star Wood Management.
La investigación indica que el empresario habría facilitado un avión Hawker 800 a cambio de $145,000 dólares, pero el plan se frustró debido a que los pilotos Roberto García Galindo, Mario Maborao Lagunes y Aguilar Talavera se negaron a seguir e ingresar a territorio libio.
Ahora, tras el accidente de avión, suena de nuevo el nombre del “Capitán Juanito”, mientras peritos en aeronáutica buscan pistas en la zona de la tragedia para entender qué ocurrió. Por lo pronto, coinciden en una versión:
“Hubo mucha actividad, tormentas, y cibis que es una tormenta que genera rayos, granizos y turbulencia”, detalla Rodrigo Garza, uno de los expertos.
Bajo esas condiciones climatológicas, explica, el piloto debió decidir entre desviarse o arriesgarse.
“La idea es no meterse porque ha habido muchas historias de terror”, añadió.
Además, las autoridades investigan también a la empresa que rentó la aeronave debido a que no contaba con permisos en México para ofrecer ese tipo de servicios.