Piqué: “Si los jugadores hemos tenido el poder es porque otras personas no han querido ejercerlo”

Piqué y Messi, antes de medirse al Getafe.
Piqué y Messi, antes de medirse al Getafe.GABRIEL BOUYS / AFP

La política de renovar contratos a título individual para rebajar la masa salarial aplicada por la directiva del FC Barcelona no ha menguado la queja colectiva de la plantilla por el trato dispensado por la junta que preside Josep Maria Bartomeu. La brecha abierta, especialmente manifiesta cuando Messi expresó su deseo de abandonar el Barça, se ha agrandado más desde que la constitución el pasado lunes la mesa de negociación a la que no ha acudido el representante del plantel invitado desde el Barça.

Los capitanes del primer equipo —Messi, Piqué, Busquets y Sergi Roberto— y los del filial firmaron dos burofaxes de protesta y una carta desvelada por el diario El Mundo en la que califican de “bochornosa y pobre” la actuación de la junta de Bartomeu. Los jugadores advierten de que no tolerarán que se conculquen sus derechos “con los argumentos vertidos en la carta remitida por el club”. Entienden que la directiva considera que la única manera de obtener su objetivo es “a través de acciones conjuntas de todos los colectivos y secciones del club, cuando al mismo tiempo reconocen, entrando en una clara contradicción, que alguno de dichos colectivos y secciones ya han realizado los ajustes económicos que pretenden”, se lee en la nota de los jugadores del Barça.

El “malestar” y la “profunda decepción” son términos utilizados en la misiva de los futbolistas, que apelan a la unidad a pesar del interés de la junta por atomizar y dividir al vestuario con las renovaciones ya firmadas de Lenglet, De Jong, Ter Stegen y Piqué, uno de los capitanes y por tanto firmante del documento enviado a las oficinas del Camp Nou. Hay constancia, de acuerdo con una información de Mundo Deportivo, de que la junta intentó convencer también a Messi, Busquets, Sergi Roberto, Alba, Coutinho y Dembélé para que alargaran sus contratos a cambio de rebajar sus actuales ingresos, propuesta que todos rechazaron, incluido Griezmann, igualmente tentado al inicio de las conversaciones entabladas por la directiva del Barça.

La carta también especifica su posición respecto a la representatividad del Comité de Empresa para defender los derechos laborales de los jugadores: “No hemos figurado en ningún censo de elecciones sindicales ni hemos sido electores, de modo que el Comité de Empresa que existe en el club no ostenta nuestra representación”, especifica el documento, que ha reabierto las discrepancias ya advertidas durante la primera rebaja salarial —del orden del 70% del sueldo— durante el estado de alarma cuando los jugadores explicitaron que habían realizado unas aportaciones para que los empleados del club pudieran cobrar el 100% de su sueldo. “No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa”, afirmó entonces Messi.

La continuidad del capitán es precisamente la más complicada y todavía no resuelta porque acaba contrato el 30 de junio y el pasado verano ya expresó su voluntad de abandonar el Barcelona por discrepancias con el presidente Bartomeu.

Ahora desde la directiva se habla de una “adecuación salarial transitoria” (pagar en las próximas temporadas lo que se ahorren en la presente, plan que gravará y condicionará la política de la próxima junta). La mesa de negociación tiene inicialmente de plazo hasta el 5 de noviembre para cerrar un acuerdo. Anteriormente, para el día 1 y 2, está anunciado el voto de censura y el lunes la junta se reunirá para evaluar la situación.


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