La Casa Blanca sigue en marcha con los planes para que el presidente Donald Trump pronuncie su informe sobre el Estado de la Unión la próxima semana frente al pleno del Congreso, a pesar de una carta de la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, donde solicitaba al presidente aplazar el discurso.
La presidencia envió un correo electrónico al responsable de la seguridad en la Cámara Baja donde le pide programar una inspección en anticipación del discurso del 29 de enero, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo la condición del anonimato porque no estaba autorizado a hablar del tema.
Es la acción más reciente del enfrentamiento personal entre Trump y Pelosi por el tema del presupuesto y la exigencia del presidente de conseguir dinero para el muro fronterizo, lo cual ha causado un cierre parcial del gobierno que ya lleva poco más de un mes.
El golpeteo comenzó la semana pasada, cuando Pelosi envió una carta a Trump donde sugería que rinda su informe presidencial por escrito o que lo posponga hasta que quede solucionado el cierre parcial del gobierno.
Pero la Casa Blanca sostiene que Pelosi nunca rescindió oficialmente su invitación y, por lo tanto, sólo está alardeando.
El presidente no puede hablar ante el pleno del Congreso sin el permiso explícito de ambas cámaras.
Una resolución acordada por ambas cámaras especifica la fecha para una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes para que reciban un mensaje del presidente.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca sigue trabajando en planes de contingencia para dar un plan B a Trump en caso de que no se concreten los planes de una sesión conjunta.
Funcionarios están considerando una lista de alternativas potenciales donde el presidente pueda dar el discurso, incluyendo una especie de mitin, un discurso desde la Oficina Oval o ante el Senado, de acuerdo con dos personas al tanto del tema.
También se están pensando varias opciones que se ajusten a la sede final.
La Constitución solo dice que el presidente “de tanto en tanto debe rendir al Congreso información sobre el Estado de la Unión”, lo que significa que el jefe del ejecutivo puede hablar donde quiera o dar su mensaje por escrito.
Pero un mensaje ante el pleno del Congreso, frente a legisladores de ambas cámaras y personas invitadas, ofrece un gran telón de fondo que es difícil de imitar.
Aun así, Tim Moore, líder de la Cámara de Representantes de Carolina del Norte, le envió una carta a Trump invitándolo a dar el discurso en dicho recinto, mientras que su colega de Michigan, Lee Chatfield, invitó el viernes al presidente a darlo en el Capitolio estatal en Lansing.