Da una patada a una piedra y te encontrarás a un jugador o exjugador de la NBA haciendo un podcast. En los dos últimos años el fenómeno parece haberse multiplicado y no se ve un techo claro, aunque sí que empieza a dar la sensación de que han saturado el mercado. Ahora mismo parece que no eres nadie en la NBA si no tienes tu propio programa o sales habitualmente en algún otro.
La lista de jugadores o exjugadores de la NBA que participan en podcasts (o programas de emisión online que después se publican en audio también) de manera habitual es enorme: Draymond Green, Kevin Garnett, Paul Pierce, Paul George, Andre Iguodala, Evan Turner, Austin Rivers, Tony Allen, Quentin Richardson, Darius Miles, Matt Barnes, Stephen Jackson, Patrick Beverley, Baron Davis, Kevin Durant, Jeff Teague, J.J. Redick, Gilbert Arenas, C.J. McCollum, Theo Pinson, Raja Bell, Richard Jefferson, Channing Frye… y nos dejamos a unos cuantos.
Draymond fue pionero a su manera, en ocasiones analizando partidos de playoffs en su podcast tan solo unas horas después de que se disputaran. Jeff Teague y Paul George también reciben muy buenas críticas, el primero por las interesantes historias que cuenta sobre los entresijos de la NBA, y el segundo por las entrevistas e invitados que se sientan junto a él. En el caso de Teague sorprende su personalidad divertida y chistosa. Un jugador que durante sus años como profesional había dado una imagen de timidez e incluso alergia a los medios, pero que se destapa ahora como el payaso de la clase que ya era en el vestuario de los Atlanta Hawks.
Pero el ejemplo más caro sobre cómo tener una carrera en los medios después de su carrera baloncestística es el de J.J. Redick, quien ha transcendido ya su faceta como creador de contenidos y ha entrado también a la gran ESPN. Redick comenzó con un podcast en The Vertical, la rama de NBA que Adrian Wojnarowski controlaba en Yahoo, en febrero de 2016. Posteriormente fichó por The Ringer y después, viendo los excelentes resultados de audiencia, creó su propia productora para lanzar The Old Man & the Three, su propio podcast. En él, Redick ha entrevistado a numerosos jugadores de la NBA, pero también a personalidades como el actor Matthew McConaughey, Ben Stiller, el director Adam McKay o el presidente de Disney, Bob Iger.
Cuestión de cultura, imagen y dinero
Hace unos cuantos años, cuando un atleta o exatleta quería contar su versión de la historia de su carrera o de su vida, lo hacía a través de un libro o biografía. Como mucho podía hacer una entrevista en profundidad en una cadena televisiva o de radio importante, si es que su categoría era lo suficientemente alta para ello. No había muchas más opciones, y la mayoría de ellas suponían ponerse en manos de otros, especialmente de los periodistas, y la posibilidad de que su mensaje llegase solo a medias o directamente modificado.
Los jugadores, peleados a menudo con los medios tradicionales cuando creen que desde estos se les critica de manera injusta o que dan visiones sesgadas, llevaban tiempo haciéndose la gran pregunta: “¿para qué necesito yo a los medios?” Hace un tiempo la respuesta era clara: para cuidar tu imagen pública de cara a quienes pagan las entradas, el merchandising y, al final de la cadena, tu salario. Pero con Internet y las redes sociales la pregunta ha pasado a ser otra: “¿para qué necesito hablar con un periodista que transmita mi mensaje en las condiciones que él decida, cuando puedo ser yo directamente el que envíe el mensaje tal y como quiero?” The Players Tribune fue el primer paso, un medio escrito y audiovisual creado por y para atletas, y el siguiente paso ha sido la proliferación de podcasts y emisiones online. Y en Estados Unidos se dan las condiciones perfectas para ese boom.
“Los jugadores de la NBA están muy acostumbrados a tratar con los medios de comunicación en su día a día, en ruedas de prensa, entrevistas y comparecencias postpartido. Y lo hacen de una forma mucho más extensa y profunda que los deportistas europeos y españoles en particular”, explica Francisco Izuzquiza de Yes We Cast, productora y consultora de podcasts. “Si a esto le unimos la cultura del show business estadounidense que no tenemos tan presente en Europa, creo que podríamos explicar en parte el fenómeno de los jugadores NBA que pasan a tener sus propios canales de comunicación, como tantos otros profesionales o influencers”.
Durante los años 80 y 90 un deportista como podría ser Michael Jordan, Magic Johnson o Larry Bird podía ser universalmente conocido y, al mismo tiempo, que no se supiera casi nada sobre su vida privada. Se sabían algunas cosas, claro, pero salvo por grandes escándalos o filtraciones controladas por ellos mismos bastaba con mantener el secretismo sobre sus vidas, sus aficiones o incluso sus ideas políticas para que los aficionados se formasen una idea que podía estar muy alejada de la realidad, pero que era la que ellos controlaban, al fin y al cabo.
Eso se ha acabado en las dos últimas décadas. Todo el mundo está mucho más expuesto que hace 30 años, se quiera o no, y la información fluye sin que muchas veces tengas control sobre ella, aunque te afecte. Estos podcasts son otra forma que tienen los jugadores actuales de tratar de controlar esa información, de moldear las narrativas que les rodean e inculcar en la cabeza de los fans la imagen personal y de marca que ellos mismos quieran. Se va a hablar de mí, van a salir vídeos, o detalles de mi vida privada, quiera o no. Así que, al menos, voy a dar mi versión.
Viéndolo también desde un punto de vista profesional, antaño había muchos deportistas que aspiraban a tener una segunda carrera en los medios de comunicación una vez que su cuerpo no diera para más en la pista. Ahora ya no hace falta que sean ellos quienes intenten ganarse un sitio en los medios. Ahora ellos tienen su propio medio con una cámara, un micrófono, un editor y su propia voz.
¿Por qué no sucede lo mismo en España?
No es fácil encontrar ejemplos del deportista podcaster en España, y menos aún entre jugadores o exjugadores de baloncesto. Tenemos el caso, por ejemplo, de Quino Colom, quien hace BasketCast con el periodista Javier Gancedo (ha estado inactivo durante la temporada pasada, pero tienen planes para recuperarlo). Está el polifacético Juanma López Iturriaga con el ya mítico Colgados del Aro.
José Manuel Calderón también ha hecho “sus pinitos” de diferentes maneras, con colaboraciones radiofónicas, una sección en Drafteados o su propio podcast de entrevistas, UNIQ, inactivo desde hace ya un año. Sin duda, Calderón ha sido uno de los más activos en este sentido, pero no es un ejemplo que abunde, precisamente. Lo más parecido a nivel europeo al modelo de jugador y podcaster estadounidense sería el programa que hace Kyle Hines (quien, por supuesto, es estadounidense) llamado A Quarter with Kyle Hines y producido por la propia Euroliga.
Los factores son muchos y muy variados. Pero uno de los principales está en el interés, ya sea en lo que mueven los jugadores mediáticamente en España, en lo que mueve el propio deporte del baloncesto, o en el propio interés de la audiencia en estos contenidos y en los podcasts en general.
Izuzquiza, quien además de ser consultor y editor de podcasts también tiene una amplia experiencia como podcaster (La Escóbula de la Brújula, Mindfacts y Cuaderno de Podcasting), argumenta que “el concepto podcast como conversación grabada en audio o vídeo entre 2 o 3 personas se ha generalizado mucho en los últimos años, pero en Estados Unidos vive un nivel de difusión y profesionalización más avanzado al que tenemos en Europa. Por lo tanto, el ecosistema de consumo y producción va por delante allí”.
También hay que tener en cuenta que el perfil de los jugadores en España es menos mediático que en Estados Unidos. Y la imagen pública de estos deportistas sigue siendo importante para ellos, pero hay mucho menos en juego. A pesar de ello, y con un mercado de podcasts en aumento también en España, quién sabe si esta categoría de deportistas podcasters sea algo que está a punto de explotar.