Pol Lozano (22 años) fue uno de los cuatro futbolistas propiedad del RCD Espanyol que, a lo largo de la recién finalizada temporada, se vieron obligados a salir de Cornellà-El Prat a préstamo en busca de los minutos que no podía garantizarles el ex técnico blanquiazul, Vicente Moreno, cesado el pasado 12 de mayo.
Cesiones provechosas
Tanto el centrocampista de Sant Quirze del Vallès, que puso rumbo al Girona a un día de cerrarse el pasado mercado de fichajes estival, como Matías Vargas (25) y Víctor Gómez (22), en sus respectivas cesiones en el Adana Demirspor turco y el Málaga, han aprovechado para coger minutos y será Diego Martínez, nuevo inquilino del banquillo del RCDE Stadium, quién decida su futuro en el club. Caso aparte es el de Álvaro Vadillo (27), el único de los cuatros que salió, también con destino Málaga, en enero y con el que en un principio no se contaba. Pero con la llegada del ex entrenador del Granada, bajo cuyas órdenes brilló el extremo de Puerto Real en el conjunto nazarí, se abre un nuevo escenario.
Vadillo y Víctor Gómez fueron fundamentales para que los de Pablo Guede lograran la permanencia en LaLiga Smartbank, mientras que Pol Lozano sigue ganándose, a pulso, su regreso al Espanyol una vez termine la presente campaña en Segunda. El canterano perico viene de brillar con luz propia en Ipurua, donde el Girona dio la campanada imponiéndose (0-2) al Eibar y remontando el 0-1 que traían los armeros de Montilivi.
A pesar de que en el partido de ida fue sustituido al descanso, Míchel Sánchez apostó nuevamente por el catalán de salida y la jugada no pudo salirle mejor al técnico rojiblanco. Durante los 87 minutos que estuvo sobre el césped, Lozano completó 12 de los 17 pases que intentó (71% de acierto), ganó ocho de sus nueve duelos -en el suelo y áereos-, interceptó tres balones y fue, junto al también ex perico Bernardo, el mejor futbolista de un Girona que el sábado (21.00 horas) recibe al Tenerife en la final del ‘playoff’ de ascenso a Primera.