El Atlético de Madrid vio cómo le anulaban el tanto del empate el Sánchez Pizjuán. Era el minuto 54, y tras una mala primera parte, el conjunto rojiblanco salió con otra actitud al terreno de juego tras el descanso.
Correa, que estaba siendo de los jugadores más destacados del cuadro colchonero, puso un servicio perfecto desde la derecha que acabó con un inapelable cabezazo de Diego Costa, que acababa de entrar en el campo, a la red.
Lo celebraron los atléticos. Pero aunque en directo había pasado desapercibido, Correa estaba en posición antirreglamentaria cuando recibió el balón. Eran sólo unos centímetros, y desde el VAR avisaron a González González. El tanto era anulado para deleite del Sánchez Pizjuán, que había recibido un jarro de agua fría al comienzo de la segunda mitad.
De haber subido el gol al marcador, hubiese sido la cuarta asistencia de Ángel Correa en los tres últimos encuentros.
Pocos minutos después, González González, a instancias del VAR señaló un penalti a favor del Atlético por una falta de Gudelj a Koke que en un principió pareció ser fuera del área, pero el contacto se produjo dentro. En cualquier caso, Diego Costa lo falló. O lo paró Vaclik.
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