Chris Horner no perdona una. Es uno de los jefes de equipo más combativos de la F1. Cuando el rival le ataca, no duda en responder. Y cuando no lo hace, intenta hacer más grande su herida. Esto último es lo que hizo tras el GP de Azerbaiyán de F1, en Bakú. Ante un Mercedes que sigue luchando para levantar cabeza después de equivocarse en la dirección tomada con su nuevo coche en el inicio de curso, Horner no mostró piedad. Con el recuerdo de la enorme polémica que hubo entre él y el jefe de Mercedes, Toto Wolff, en un 2021 para la historia lleno de controversia y movimiento en los despachos, Chris parece no olvidar y sigue atacando a sus oponentes. Esta vez, lo hizo en relación a las quejas que lanzó por radio Lewis Hamilton durante la cita de este domingo en Bakú.
“Me esta matando la espalda”, dijo Hamilton en pleno Gran Premio, por el enorme rebote que sufría su coche por el ya famoso ‘porpoising’. Este rebote se produce por la pérdida repentina del efecto suelo, la principal base aerodinámica y que provoca agarre a los nuevos coches de 2022. El suelo del coche se pega al asfalto por el aire que pasa por debajo, que succiona el coche hacia la pista para generar agarre. Y ya sea por los baches o por lo mucho que se acaba pegando a la pista, que de repente pierde el efecto porque ya no pasa aire por debajo y el coche asciende de golpe para luego volver abajar cuando se recupera ese efecto. Eso, repetido muchas veces y rápidamente provoca un bote constante muy molesto para los pilotos.
La mayoría de equipos habían solventado este problema, menos Mercedes, que seguía sufriéndolo de forma grave hasta Barcelona, donde dieron un paso adelante con sus mejoras. Allí aseguraban que lo habían mejorado mucho en las rectas, pero que en las curvas rápidas aún aparecía. Pero en Bakú, con una recta tan larga y llena de baches, el Mercedes volvió a botar muchísimo.
Por ello, Hamilton se quejó y terminó bajándose de su coche con problemas, con claros síntomas de dolor de espalda. Lewis dijo que le generó una sensación extraña, que temía por chocarse contra el muro a más de 300 km/h porque con esos rebotes era peligroso ir tan rápido. Y el Team Principal de Mercedes, Toto Wolff, se quejó abiertamente de este efecto, pidiendo que la FIA tomara cartas en el asunto. “Esto ya no es algo muscular. Puede llegar a la columna vertebral y tener consecuencias. No creo que sea solo un problema de Lewis. En general también afecta a muchos otros”, dijo Wolff.
La respuesta de Horner
Por ello, Chris Horner salió a escena rápidamente, dejando entrever que las quejas de Hamilton y su dolor de espalda no eran más que tácticas para presionar a la FIA para que cambiara el nuevo reglamento técnico. Horner dijo que si Red Bull sufriera los problemas de Mercedes con el rebote de su coche, lo que haría es decirle a sus pilotos que hicieran lo mismo que están haciendo en Mercedes.
“Les diría que se quejen tanto como puedan por la radio y que hagan un problema tan grande como sea posible. Es parte del juego. Es como alguien lanzándose en un área de penalti”.
Para Horner, el resto de equipos supo interpretar el reglamento y mejorar su rebote en comparación a Mercedes y que dicho rebote no es un problema generalizado. “Sería injusto penalizar a los que han hecho un trabajo decente frente a los que tal vez no han cumplido un poco los objetivos”, comentó.
“Si fuera una preocupación de seguridad para todos, entonces es algo que debería analizarse. Pero si solo afecta a personas o equipos aislados, entonces eso es algo con lo que el equipo debería lidiar potencialmente”, agregó.
Según el Team Principal de Red Bull, Mercedes tiene una manera de acabar con esos rebotes, levantar el coche para que no se pegue tanto al suelo. Pero recalca que eso le haría perder velocidad a los de la estrella: “Hay remedios para eso, pero es en detrimento del rendimiento del coche. Entonces, lo más fácil es quejarse desde el punto de vista de la seguridad. Pero cada equipo tiene una opción”.
Por su parte, Lando Norris también fue contundente. “Estoy seguro que Mercedes puede endurecer el suelo y levantar el coche, y así sería mucho más agradable para ellos. Pero no quieren perder rendimiento”, comentó el piloto de McLaren, dejando claro que fue cosa de Hamilton y Mercedes tomar la decisión de salir a pista con un coche que rebotara más en lugar de hacerlo con un monoplaza con peor rendimiento pero más seguro en ese aspecto.