Mateusz Ponitka hizo historia este miércoles al convertirse en el tercer jugador de la historia del Eurobasket que consigue un triple-doble, al menos según los registros oficiales. El exterior polaco fue determinante en la victoria de su equipo en cuartos de final sobre Eslovenia (87-90) al acabar con 26 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias, para un 41 de valoración final.
“Estoy un poco sorprendido por lo bien que jugamos en la primera mitad, no me imaginaba poder ir 20 arriba del vigente campeón. Estoy realmente orgulloso de nuestro equipo”, señaló tras el partido Ponitka en relación al 39-58 del descanso. El alero de 29 años y 1,98 no quiso hacer valoraciones sobre su triple-doble. “Creo que todavía no puedo pensar con claridad. Ya responderé mañana a las preguntas sobre el triple-doble, que es el primero de mi vida. Si tienes oportunidades, hay que aprovecharlas”, señaló el que fuera jugador del Iberostar Tenerife (2017-18). Ponitka, un alero a lo largo de la mayor parte de su trayectoria, agrandó la dimensión de su juego a las órdenes de Xavi Pascual en el Zenit San Peterburgo, donde empezó a jugar de base en muchos partidos.
La FIBA informó ayer que el de Ponitka es el tercer triple-doble que se consigue en la historia del Eurobasket. El primero lo logró el croata Toni Kukoc en 1995 cuando firmó en un partido ante Finlandia 15 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias. El segundo se produjo en 2017 y está en poder del rumano Andrei Mandache, que en un encuentro contra Montenegro acabó con 14 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias.
Existe otro triple-doble en la historia del Eurobasket, pero no está reconocido oficialmente. Lo consiguió el pívot croata Stojan Vrankovic en el partido por el bronce contra Grecia en la edición de 1993 al firmar 12 puntos, 13 rebotes y 10 tapones. Pero la FIBA no le dio validez pues en aquellos tiempos la estadística oficial no registraba los tapones, que fueron contados a mano por personas diferentes a las de la mesa de anotación.