Jaume Ponsarnau, entrenador del Surne Bilbao Basket, subrayó que después de haber roto la pasada jornada una racha de cuatro derrotas consecutivas con el triunfo frente al Carplus Fuenlabrada, su próximo reto es “cambiar la dinámica fuera de casa” con una victoria mañana, sábado, en Zaragoza.
“Debemos encontrar la forma de ser competitivos fuera, sin nuestro público, aunque sí vamos a tener aficionados a favor”, dijo el técnico de los ‘hombres de negro’ en la rueda de prensa previa al encuentro, recordando a los más de 200 seguidores bilbaínos que se esperan en las gradas del Pabellón Príncipe Felipe.
Ponsarnau desveló que cuenta con todos sus jugadores para este encuentro a pesar de haber sufrido durante la semana “pequeños percances”, que no le impidieron felicitarse porque el buen trabajo realizado les ha permitido estos días “seguir creciendo como equipo”.
“Sabemos que tenemos que crecer y crecer porque si no cualquier equipo te puede ganar”, concretó el catalán, ilusionado con poder celebrar el partido 600 del Bilbao Basket en la ACB con una victoria que “sería un buen reconocimiento a toda la gente que ha hecho posible esta historia, entrañable y sólida”.
“Ha habido superéxitos, se ha estado en la LEB, se ha vuelto a subir y eso hace más consistente y fuerte la historia de este club. Con esta fuerza le quedan aún muchos años”, auguró.
Sobre su próximo rival, Ponsarnau destacó que el Casademont Zaragoza se encuentra “en una buena dinámica” anterior incluso a la de las dos victorias logradas frente a Real Madrid y Betis.
“Han encontrado más inspiración, más jugadores, más acierto y más energía. Y además es un equipo con calidad. Tenemos que hacer muy bien las cosas para poder competir”, dijo el de Tárrega antes de destacar la labor de “(Justinian) Jessup, su líder anotador, (Dino) Radoncic y Tryggvi (Hlinason)”.
“Cualquier jugador puede aparece para cambiar el signo del partido y tenemos que respetar a los doce”, agregó un Ponsarnau para quien “lo que tiene de especial” regresar a Zaragoza, donde fue cesado la pasada temporada, es “poder volver” con otro equipo en el que le “encanta trabajar” y está “muy a gusto”.
“Vuelvo a un sitio donde trabajé y donde está claro que no acerté en cosas y las cosas salieron mal, pero así es la vida del entrenador”, dijo, sin entrar a valorar las decisiones del club maño “por máximo respeto a la gente que trabaja allí”.