Jaume Ponsarnau, entrenador del Surne Bilbao Basket, expresó su “máximo respeto” por un Covirán Granada al que no deben “menospreciar” por su condición de recién ascendido” ni “pensar que es peor que Joventut o Valencia“, dos de los equipos a los que ha ganado el equipo vasco en este inicio de temporada.
“Cuando un equipo domina la LEB como hizo el Granada, siendo muy bueno, tiene que aprovecharlo a todos los niveles con refuerzos que te ayuden a conseguir ese plus de calidad”, explicó el técnico catalán en la rueda de prensa previa al encuentro del sábado en el Palacio de los Deportes.
Ponsarnau considera que en el club andaluz han estado “muy inteligentes” al “creer en lo que tenían entre manos” y reforzar el grupo como jugadores como Cristiano Felicio, “con experiencia en la NBA”, un “superanotador” como Luke Maye o “un base experto” como Alex Renfroe.
“No hay que verlo como a un recién ascendido sino como un equipo que está jugando bien y ha encontrado una forma de competir a partir de rachas mortíferas dentro de los partidos. Tenemos que estar preparados para dar una respuesta”, explicó.
El entrenador catalán desveló que Agustín Ubal, base uruguayo cedido por el FC Barcelona que no ha podido estrenarse aún a causa de una viriasis, “está casi al cien por cien” y va a formar parte de la expedición porque considera que “es una buena inversión que viaje y esté ya en la dinámica”.
Ponsarnau contará además con Adam Smith, que ha tenido “un pequeño problema físico” esta semana, y también con Michale Kyser tras su reciente paternidad.
“Nos gusta ganar. Hemos disfrutado y a ver si podemos mantener esta línea competitiva, pero el primer objetivo es seguir creciendo porque si no no vamos a poder seguir ganando”, destacó sobre el estado de su equipo tras encadenar cuatro victorias, tres en ACB y una en Liga de Campeones.
“Es una pequeña obsesión que tenemos porque si no la liga seguro que va a aprender a defender nuestras virtudes. Debemos potenciarlas para ofrecer respuestas a las alternativas que nos planteen equipos como Granada y ser lo menos previsibles posible”, concluyó Ponsarnau.