Jaume Ponsarnau, entrenador del Surne Bilbao Basket, pidió “tranquilidad” tras haber encadenado frente al Cazoo Baskonia la tercera derrota consecutiva (70-81) porque “esta liga va a tener mucha historia” y será clave “aprovechar los buenos momentos y que los malos sean estímulos para crecer”.
“Sabemos dónde estamos y en esta liga después de perder tres partidos seguidos hay que tener tranquilidad y aprovechar para crecer”, señaló el técnico catalán, quien lamentó que en el último cuarto les faltó “energía y clarividencia” frente a un rival que “ha estado más hábil”.
“Un par de rebotes y una pérdida en un contraataque han decidido el partido. Baskonia es un equipo de más nivel que nosotros ahora. Tenemos que ser más hábiles y saber utilizar las cosas que te da el juego. No lo hemos sabido hacer y aprenderemos para competir y ganar a equipos tan buenos como Baskonia”, explicó.
Cuestionado por la acción que derivó en las faltas antideportivas para Michal Kyser y Markus Howard por un encontronazo entre ambos y las descalificaciones de Arturs Kurucs y Sander Raieste recalcó que no tiene nada que reprochar a su jugador porque “el que dio una patada desde el suelo a Kyser fue Howard”.
“Quiero jugadores que jueguen con corazón siendo respetuosos con el rival y Kyser no ha dado muestra de no serlo. Si das una patada igual eres menos respetuoso”, dijo.
Por último, Ponsarnau confirmó que tanto Nikola Radicevic, baja en los últimos partidos, como Denzel Andersson, que recibió un golpe en el partido frente al Baskonia, “son duda” para el encuentro del próximo miércoles en Bosnia frente al Igokea correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.