Antoine Griezmann fue el hombre clave, el jugador diferencial para el Atlético de Madrid, en su victoria en Mestalla. El francés saltó al terreno de juego más allá del minuto 60 y tardó apenas otros dos en mandar el balón a la red para el 0-1 que a la postre le dio los tres puntos al cuadro colchonero.
Y lo hizo desde una posición nueva para él en este curso. El Cholo se ha imaginado un ‘nuevo Griezmann’ y lo ha hecho en base a las virtudes que el jugador tiene. Su nuevo rol es de interior, casi diríamos de enganche por detrás de los delanteros, más cerca de la medular que del área, pero con mucho vuelo para poder llegar y definir.
Ya ha jugado en varios partidos así. En Valencia lo volvió a hacer. “Lo hablamos en el post partido de Getafe. He hablado muchísimo de él, es muy completo que conoce lo que queremos. El año pasado ya jugó en alguna parte de partidos, en esa función. Lo vemos adaptable porque tiene visión de juego, técnica, nos permite jugar con un jugador más ofensivo en otra parte. Buscando compensar esa situación de él cuando toque”, explicaba el Cholo al inicio de la temporada.
Y se entiende el porqué. Sirva de ejemplo el entrenamiento de este lunes 30 de agosto, en el que Simeone dispuso un ejercicio de circulación rápida de balón y presión, en espacio reducido. Con varios equipos y un tercero de apoyo, los de peto amarillo. En un momento dado pidió que Griezmann fuese el pivote con libertad de movimientos en el centro del rondo. Y se entendió por qué. Agilidad, rapidez mental para mover el balón, técnica, inteligencia, colocación, sencillez para solucionar presiones rivales… El galo dio una lección en el ejercicio.