No tuvo que lamentarse el Real Madrid del gol anulado a Karim Benzema antes de llegar al descanso de la final de la Champions. El francés anotó tras una jugada embarullada dentro del área del Liverpool, pero el VAR, después de deliberarlo varios minutos, decidió anular el gol por fuera de juego.
La jugada en sí se considera polémica por cómo se produjo, pero una de las claves es el toque que hace Fabinho y que pone en duda el fuera de juego de Benzema.
La decisión se fundamentó en un detalle, y es que se consideró que el brasileño del Liverpool “tocó” y “no jugó” el balón. Ese matiz es clave para explicar por qué se señaló fuera de juego.
El colegiado y el VAR consideraron que Fabinho se tiró con la voluntad de interceptar el balón de Valverde y no con la intención de ponerlo en juego. Así, este “toque” no invalida la posición de juego de Benzema ya que se determina que el toque de Valverde sí tenía intención de jugar el esférico y, por lo tanto, hay ‘offside’.
La norma
“Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón”
La jugada de Eric García en la Nations
Esa voluntariedad de jugar el balón genera zonas grises, pues no escapa de la subjetividad. De hecho, una jugada similar se pitó de forma contraria en la última final de la Nations League entre España y Francia.
Los galos se impusieron con un polémico gol de Mbappé. El galo estaba en clara posición de fuera de juego, pero en aquel entonces el esfuerzo de Eric García de interceptar el balón se consideró ‘voluntad de jugarlo’, por lo que invalidó la posición ilegal de Mbappé.