El panorama para las grandes economías de Latinoamérica se ha debilitado en 2022, mayormente por factores externos como la inflación global, los ciclos de ajustes monetarios, una cadena de suministros interrumpida y los efectos de la variante ómicron del coronavirus, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional.
En su informe Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), el organismo con sede en Washington recortó las previsiones de crecimiento global en medio punto porcentual, a 4.4% en 2022, con implicaciones para América Latina y el Caribe, que ahora se expandirá un 2.4% este año, en relación con la estimación anterior de un avance del 3.0%.
El análisis del FMI indicó que Brasil tendrá una variación positiva del PIB de apenas 0.3% este año, un recorte de 1.2 puntos porcentuales frente a la estimación de octubre, en buena parte por la inflación acelerada que ha minado el valor del real, dificultades en las exportaciones de materias primas y un agresivo ciclo de alzas de tasas de interés del banco central.
En 2023, el escenario mejorará para la principal economía de la región, aunque a un ritmo más lento de lo previsto anteriormente, con un crecimiento de 1.6%, dijo el Fondo.
En el caso de México, influenciado en gran medida por sus relaciones comerciales con Estados Unidos, el reajuste a la baja para el 2022 fue similar, con una expectativa de expansión de 2.8% este año y un ritmo de crecimiento aún magro en 2023, del orden del 2.7%.
“Una desaceleración más extensa en China afectará las perspectivas de la economía mundial, especialmente por sus efectos en los exportadores de materias primas y los mercados emergentes”, dijo el informe del organismo.
“Los retornos más altos en otras áreas incentivarán una salida de capitales, lo que generará una mayor presión bajista sobre el mercado emergente y las monedas de países desarrollados y elevará la inflación”.
El FMI espera que la inflación se mantenga alta a nivel mundial en el corto plazo y que promedie un 3.9% en las economías avanzadas y un 5.9% en los mercados emergentes y las naciones en desarrollo durante el 2022.
El escenario implica una presión importante sobre la carga de deuda y la situación fiscal en países de menores ingresos, sostuvo el FMI, donde la recuperación económica ha sido desigual y la tasa de vacunación del Covid-19 continúa siendo baja.
Aunque el apoyo en financiamiento seguirá siendo clave para algunas economías de bajos ingresos en América Latina, el FMI explicó que en países donde el repunte de la actividad ha sido significativo -como Chile, Colombia y Perú- existe espacio para empezar a retirar los extraordinarios estímulos y normalizar el gasto fiscal dispuesto en los peores días de la pandemia.
El informe del martes agregó que los participantes del mercado prevén que el ciclo de ajuste monetario continuará en Latinoamérica y otros mercados emergentes en los próximos trimestres, hasta llevar las tasas de interés por encima de los niveles prepandémicos.
Reuters
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