Por miedo al crimen, más ecuatorianos aprenden a usar armas

Por miedo al crimen, más ecuatorianos aprenden a usar armas

De acuerdo con instructores en seguridad y ciudadanos, cada vez más ecuatorianos se están entrenando a sí mismos para manejar armas de fuego con el propósito de poder protegerse, ante el aumento de delitos violentos y la presencia de bandas criminales en el país.

Luego de que el presidente conservador Guillermo Lasso firmara en abril un decreto presidencial que permite a los civiles portar armas para defensa propia, los pocos campos de tiros en el país han recibido semanalmente a docenas de personas para pedir informes y entrenarse.

Previo a esto, desde el 2011 el ex presidente Rafael Correa prohibió el uso de armas de fuego para civiles. Ahora, según los cálculos de los instructores, acuden hasta grupos de 30 personas a un solo campo de tiro a la semana para aprender a manejar correctamente las armas que están permitidos de comprar, que hasta ahora son sólo las pistolas de hasta 9 milímetros y revólveres calibre 38.

La medida forma parte de los esfuerzos de Lasso -quien disolvió la Asamblea Nacional el pasado 17 de mayo y convocó a elecciones anticipadas al estar envuelto en un juicio político– para reducir los crecientes niveles de violencia en las calles y cárceles de Ecuador, a los cuales atribuye a las riñas entre bandas de narcotraficantes.

En Ecuador, las declaraciones de estado de excepción y otras medidas no han sido suficientes para frenar los índices de violencia en el país centroamericano. Por el contrario, de acuerdo con datos oficiales, en Guayaquil, considerada la ciudad más peligrosa del país, las muertes violentas se incrementaron en un 69% interanual en el primer trimestre de este año, sumando 555 homicidios en ese periodo.

Asimismo, según la fundación InSight Crime, Ecuador fue uno de los países más violentos de América Latina durante 2022, con menos asesinatos que en Colombia pero más que en México.

“Las personas ya quieren armarse y protegerse ellas mismas porque ahora la inseguridad está muy grande y los miembros de la fuerza pública no se dan alcance”, sotuvo Mario Quinatoa, instructor del polígono Ceforsin en Quito, para Reuters.

De acuerdo con el decreto, solo las personas de más de 25 años pueden portar armas en Ecuador, no deben de tener antecedentes penales ni de violencia doméstica, y necesitan aprobar exámenes psicológicos y de habilidades con armas de fuego.

La emprendedora Margarita Alvarado, quien recientemente cerró su peluquería al norte de Quito por las amenazas de extorsionadores, dijo para Reuters que aunque le hubiera gustado tener una arma para defenderse, reprueba la posición de Lasso sobre el tema, que de acuerdo con ella, le dice a los ciudadanos “defiéndanse como puedan“.

Con información de Reuters


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