Por su parte, el exconsejero electoral Alfredo Figueroa señaló que la parte que más le preocupa del proyecto de López Obrador es la ausencia de un proyecto de transformación democrática.
Al cumplirse un año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona, consideró que uno de los aspectos que no ha sabido capitalizar el mandatario federal, es el valor que tiene la cifra que se ha dado a conocer sobre el crecimiento económico del país.
En la Mesa de Análisis de Aristegui en Vivo, sostuvo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha sido crudo y brutal con el manejo de las cifras con el presidente López Obrador, pero refirió que lo que el gobierno federal debería estar haciendo es poner énfasis en que estamos volviendo a la realidad.
“El Inegi y todo este aparato que la tecnocracia manejó durante mucho tiempo, siempre tuvo un más, menos 2 por ciento. Eso quiere decir que las cifras en México lamentablemente siempre habían estado maquilladas. Esta cifra que se da a conocer de la economía mexicana es la primera cifra que tenemos en muchos años sin maquillaje”, aseguró.
Sugirió que AMLO debe recapacitar en lo que le dicen las cifras y preguntarse qué es lo que está haciendo y lo que no está haciendo no para que crezca el país. No obstante, manifestó que si no se ha presentado el crecimiento es por un problema inercial que México tiene desde hace muchas décadas, “lo único que está cambiando es que el Inegi ya no está maquillando las cifras”.
Sobre el tema del primer año de gobierno de AMLO, el exconsejero electoral Alfredo Figueroa consideró que el mensaje de AMLO en el Zócalo fue reiterativo y que uno de los mensajes más importantes del discurso fue que todavía hace falta un año más para que se dé el proceso de consolidación del proyecto.
“La parte que más me preocupa de este proyecto es la ausencia de un proyecto de transformación democrática. Justamente uno de los reclamos que han planteado sus críticos, algunos de los que me parecen razonables, es en qué medida las instituciones que nos permitieron ir construyendo procesos democráticos están siendo secuestradas o utilizadas por el Poder Ejecutivo para poner a personas leales a sus propios intereses. Esta es una de las carencias más claras de las condiciones de cambio que se querían construir este año”
Y consideró que el próximo año será difícil ver precisamente este cambio porque en 2020 se entrará al proceso electoral del 2021.
Asimismo, Figueroa subrayó que si bien los dos grande temas que quedan como pendiente son el de seguridad pública y economía, en este último aunque no ha habido avances significativos, “hay una suerte de estabilidad en algunos grandes indicadores, pero no se está viviendo una obra de transformación”.