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Por qué Antequera se convertirá en el punto de unión entre el Mediterráneo y el Atlántico

A vista de pájaro, la comarca de Antequera se asemeja a una tela de araña tejida con carreteras y vías férreas. Estos hilos de hierro y asfalto, entrelazados en un territorio de unos 1.150 km², forman uno de los nodos logísticos con más futuro del sur de Europa y un enclave donde en los últimos años multitud de grandes inversores (nacionales y extranjeros) están destinando grandes sumas de dinero para sacar provecho de su ubicación, de su incipiente industria y de un ya consolidado sector agropecuario. “Antequera es el lugar donde debemos estar”. Así definía el mes pasado el potencial de la zona Jussi Kinnunen, CEO de la multinacional finlandesa de acristalamientos Lumon, al colocar la primera piedra de su próxima fábrica en la capital comarcal. “Hemos estado tres años buscando un terreno. El día que encontramos este dijimos que era nuestro sitio”, resumió. De entrada, esta compañía ha declarado que realizará una inversión de 30 millones de euros y que generará unos 200 empleos directos e indirectos para 2021.

Como Lumon, decenas de industrias y empresas logísticas están tramitando su aterrizaje en la comarca con la intención de mejorar y crecer en su posición estratégica en España a través de su proyecto estrella: la construcción del Puerto Seco Antequera Andalucía, un gran centro logístico de 334 hectáreas en Antequera donde confluyen varias vías y es el único punto donde se unen el corredor ferroviario europeo del Mediterráneo con el del Atlántico. Características que dinamizarán el movimiento de mercancías por tierra y mar desde sus siete municipios (la propia capital junto a Alameda, Mollina, Casabermeja, Humilladero, Villanueva de la Concepción y Fuente de Piedra) hasta las grandes ciudades españolas y europeas. Un motor económico que, junto a la red de oficinas de Correos que articula el área y que conecta esa gran logística con los vecinos y a proyectos públicos para impulsar el emprendimiento, está siendo clave para que una comarca de casi 65.000 habitantes se convierta en el ejemplo del nuevo modelo que multitud de expertos reivindican para reajustar los golpes de la pandemia: reequilibrio poblacional, democratización de los servicios, mejora de las conexiones, digitalización de las empresas y el fortalecimiento de un sector logístico fuerte y sostenible. ¿Cómo lo está logrando esta comarca malagueña?

El kilómetro cero de Andalucía

Para muchos inversores logísticos, mirar un plano de carreteras de la comarca es como mirar un mapa del tesoro. La multitud de vías que se entrecruzan en Antequera, bautizada coloquialmente como el kilómetro cero de Andalucía, la han convertido en el lugar idóneo para levantar el mayor centro logístico sostenible y digital del sur de Europa. “¡Será una revolución!”, dice el empresario y mayor accionista de Puerto Seco Antequera Andalucía, Domingo de Torres, sobre las repercusiones de este proyecto, que contará con una inversión público-privada de 46,6 millones de euros. Las obras han comenzado este año con un primer desembolso de 34 millones de euros para comenzar a urbanizar el territorio, que se estima que tendrá una capacidad para albergar al menos a 150 empresas. Su extensión será de 334 hectáreas y la Agencia Pública de Puertos y Áreas Logísticas de Andalucía prevé que generará más de 8.000 puestos de trabajo directos e indirectos. “Esto va a redundar en un empleo eficaz, eficiente y bien remunerado. Cualquier empresa que se instale va a necesitar mano de obra especializada, por eso estamos proyectando un departamento de formación de personal. ¡Es necesario!”, dice enérgicamente De Torres.

Pero, ¿qué diferenciará a este puerto seco del resto de los que hay en España? Las comunicaciones. Por carretera, Antequera tiene acceso directo a la A-45, que la conecta con Málaga (a menos de una hora), a la A-384 con destino Cádiz (a unas dos horas y media), también a la A-92 que la une con Granada (una hora y cuarto), Sevilla (una hora y 45 minutos) y Almería (dos horas y media). Estas vías también sirven de enlaces a la A-4 (Madrid) y la AP-7 (Costa del Sol). Su equidistancia a la mayoría de los puertos andaluces es envidiable y solo está a menos de 60 kilómetros del aeropuerto de Málaga. A lo que suma otros dos posicionamientos: las cuatro conexiones por tren (dos de alta velocidad y dos de vía estrecha) y que es el único punto de intersección entre el Corredor Europeo Mediterráneo y el Atlántico. “Tenemos que tener en cuenta que el movimiento de mercancías que va a pasar por la comarca va a ser impresionante. Estamos en contacto con algunas empresas de ferrocarril que quieren instalarse para que los camiones se monten en trenes y lleguen hasta Bélgica”, dice el empresario malagueño. Razón por la que la Junta de Andalucía, que aportará 15 millones al proyecto, declaró esta iniciativa de interés estratégico para la comunidad autónoma, “con capacidad para generar un impacto social, económico e industrial significativo, contribuyendo a la reactivar la economía en Andalucía”.

Pero no todos los beneficios que saldrán de aprovechar este megahub procederán del sector logístico. “No podemos pensar que un puerto seco solamente se dedica a la logística. En absoluto. Habrá mucha industria manufacturera. Muchas empresas farmacéuticas están interesadas en instalarse aquí”, precisa De Torres. El espacio para construir fábricas de otros sectores (como el agropecuario) será otra oportunidad para la economía comarcal y provincial, según apunta la Administración regional y los inversores privados, que ven esta infraestructura como una gran opción para la fabricación y almacenamiento de productos locales para que luego se exporten al extranjero por el comercio marítimo. “Hemos mantenido diversas reuniones de trabajo con la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras para potenciar nuestra complementariedad estratégica”, dice De Torres. Una oportunidad interesante para algunas multinacionales con base en Antequera. Es el caso de Dcoop, cooperativa que aglutina a más de 65.000 familias de agricultores en toda España y con una producción anual de 180.000 toneladas de oliva virgen y unas 65.000 toneladas de aceitunas de mesa (según los últimos datos publicados por la compañía), una de las más grande del mundo.

Oficinas y carteros, la pequeña logística para conectar personas

Estas carreteras que vertebran la comarca con el exterior son, metafóricamente, las arterias y venas de un sistema circulatorio impulsado por los grandes centros logísticos. Pero, para funcionar, necesita de otras redes que sirvan de punto de conexión entre las prestaciones que ofrecen las grandes empresas y los ciudadanos o los pequeños negocios. En definitiva: la sangre que facilita el desarrollo de los proyectos económicos y que permite el progreso social y el fortalecimiento de los servicios básicos. Entre este tejido líquido figuran entidades como Correos, que son un soporte para la distribución de las grandes empresas de la zona gracias a su red de oficinas por el territorio provincial y nacional.

Este operador logístico, además, ha puesto en marcha este año un proyecto con el que sus carteros rurales acercan a domicilio algunos de los servicios que se prestan en las oficinas postales: pago de recibos bancarios, venta de sobres, sellos, entradas de conciertos, billetes de tren, embalajes e incluso entrega de dinero en metálico de las cuentas de ahorro de los clientes. “Hemos dado un salto. Nuestros carteros llevan una PDA cuando salen de ruta y pueden tramitar los pagos de recibos e incluso llevarle dinero a los clientes de sus cuentas de ahorro. Una forma de que el mundo rural no se quede sin servicios”, explica David Bracho, director de la oficina de Antequera.

Un cartero rural entrega un paquete a una vecina de Cartaojal, una localidad que pertenece al municipio de Antequera.CEDIDA POR CORREOS

Entre otros proyectos de desarrollo, Correos impulsa iniciativas concretas para ayudar, a través de su músculo logístico, a pequeñas empresas de la comarca. Este año, por ejemplo, ya está organizando una campaña de difusión para impulsar el consumo de mantecados antequeranos, una de sus joyas gastronómicas tradicionales. “Hay unas 12 empresas de mantecados y hay gente que solo vive de eso. En fechas navideñas es tradición enviarlos a los familiares y conocidos que viven fuera. Muchos vecinos lo envían por Correos incluso a EE UU. Queremos dar a conocer ese producto y facilitar, a la vez, su envío”. Estos proyectos son también un plus para evitar la despoblación. De hecho, y tras años de caída, la población no ha dejado de crecer desde 2017, según datos de Instituto Nacional de Estadística.

Del aceite a la quinoa, el sector primario gana rentabilidad

Junto a la logística de gran y pequeña escala, el otro objetivo, este de la Administración regional, es el de impulsar el emprendimiento para que, complementado con la apertura del puerto seco y las iniciativas de desarrollo rural, aumente la empleabilidad y la llegada de nuevos vecinos. “Apoyar a los jóvenes y a las mujeres es lo importante. Al final, si ellos se quedan en la comarca, se evita la despoblación y se crean nuevos servicios”, dice Miguel Asencio, presidente del Grupo de Desarrollo Rural de Antequera y alcalde de Humilladero. Entre algunas iniciativas de esta entidad destaca la creación de viveros de empresas donde ofrecen oficinas o pequeñas naves a bajo coste de alquiler (unos 50 euros) para que estos pequeños empresarios inicien un negocio. Un proyecto que, asevera Asencio, prevé ampliar en los próximos años con la construcción de coworkings. Estas iniciativas, cuenta, estarán estrechamente vinculadas a la demanda que generará la construcción del megahub. “Los beneficios [de todos estos planes] también afectarán a los pueblos satélites de Antequera. Habrá demanda de empleo, pero también de vivienda y de otros servicios básicos”, comenta el presidente.

Conjuntamente, la Diputación de Málaga prevé invertir este año 233 millones de euros en un plan enfocado, entre otras cosas, a la formación y digitalización de las pequeñas empresas con el objetivo de promocionar los productos y el mundo agrario de la provincia, entre ellos los de la comarca de Antequera. Y es que en los últimos años este sector ha demostrado ser una gran oportunidad de negocio. Al éxito del aceite con la denominación de origen de Antequera (el 90% de la producción anual de 918 toneladas se exporta a China y a países del norte de Europa, según datos de su Consejo Regulador), se han sumado otros alimentos, como la quinoa. En el último lustro, Andalucía se ha convertido en la comunidad que lidera la exportación a nivel nacional de este grano, el 90%, según informó el año pasado el Gobierno andaluz. La empresa Iberquinoa, con 5.000 hectáreas dedicadas a este cultivo en la comarca, exportó el año paso el 50% de su producción a EE UU y sus ventas internacionales superaron los 13 millones de euros, según datos de la compañía de 2020.

Créditos

Redacción y guion: Julio Núñez
Fotografía: García-Santos
Coordinación editorial: Francis Pachá
Coordinador de diseño: Adolfo Doménech
Diseño y maquetación: Juan Sánchez y Rodolfo Mata


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