DETROIT, Michigan — Una propuesta de ley que se debate en el Congreso estadounidense para combatir la inflación contempla un crédito de fiscal que pudiera ser usado para reducir el costo de un vehículo eléctrico, pero la industria automovilística advierte que la vasta mayoría de las compras de esos vehículos no serán elegibles para aprovechar tal beneficio.
Eso se debe mayormente al requerimiento de la propuesta de que, para ser elegible a la deducción, un vehículo eléctrico debe contener una batería producida en Norteamérica con minerales extraídos o reciclados en el continente.
Y esas reglas se están volviendo más estrictas con el tiempo, al punto en que, en unos pocos años, es posible que ningún vehículo eléctrico sea elegible para el crédito fiscal, afirmó John Bozella, director general de la Alliance of Automotive Innovation, un importante grupo de la industria automovilística. Actualmente, la alianza calcula que 50 de los 72 modelos eléctricos, de hidrógeno o híbridos vendidos en Estados Unidos no satisfarán los requerimientos.
“El crédito de $7,500 pudiera existir en teoría”, dijo Bozella en una declaración, “pero ningún vehículo va a ser elegible para esa compra en los próximos años”.
El objetivo del requerimiento es incentivar la manufactura y la minería nacional, construir una sólida cadena de suministros de baterías en América del Norte y reducir la dependencia de suministros externos que pudieran estar sujetos a interrupciones.
La producción de litio y otros minerales usados en las baterías de los vehículos eléctricos está dominada actualmente por China. Y el mayor productor mundial de cobalto, otro componente de las baterías para estos vehículos, es la República Democrática del Congo.
Aunque esos vehículos son parte de los esfuerzos globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, requieren elementos metálicos conocidos como tierras raras, hallados en lugares como Myanmar, donde una investigación de The Associated Press concluyó que los esfuerzos por energía limpia han llevado a una destrucción ambiental.
Bajo un paquete económico de $740,000 millones aprobado el fin de semana por el Senado estadounidense y a punto de ser aprobado por la Cámara de Representantes, los créditos fiscales entrarían en vigor el año próximo. Para que un comprador de un vehículo eléctrico pueda beneficiarse de la totalidad del crédito, el 40% de los metales utilizados en la batería de un vehículo deben proceder de Norteamérica. En 2027, ese umbral requerido alcanzaría el 80%.
La cámara baja regresará de su receso para votar sobre el proyecto de ley este viernes
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