Junto a la innovación de Red Bull en su suelo, y el susto inicial de Aston Martin, la imagen más comentada de la primera sesión matinal de test de pretemporada de Fórmula 1 fue la que protagonizó el Ferrari SF23 de Carlos Sainz.
Los usuarios de las redes sociales, siempre sacando su lupa ante cualquier detalle, se percataron de que el morro del Ferrari sufrió una deformación hacia dentro en plena recta, en aceleración, y que posteriormente, cuando llegó la curva, recuperó su posición natural.
El morro del Ferrari se deformó en plena recta
El morro, en su estado natural
Muchos se preguntaron si se trataba de un efecto buscado en el nuevo coche, pero no es así. Simplemente, debería tener relación con lo al límite que van todos los equipos en todas sus piezas para aligerarlas al máximo y reducir su peso, algo que se puede ver por ejemplo en la reducción de pintura en todos los coches, con Mercedes como máximo exponente de esta corriente. Cada gramo cuenta, y en Ferrari quedó claro que debían añadir algo de material en esa zona para no sufrir ningún problema en el morro.
Los test están para estas cosas, para detectar cuestiones que no se ven en el simulador y el túnel de viento. Y parece que los italianos no tardaron en arreglar ese error, ya que posteriormente ya no se vio que el morro se volviera a deformar en el resto de sesión matinal.