Tres semanas después de que acabara LaLiga 22-23 y cuando ya sólo faltan diez días para que arranque la pretemporada (4 de julio), el Espanyol sigue con muchos deberes pendientes en cuanto a la confección de la plantilla para pelear en Segunda División se refiere. Mucho por hacer y el equipo de Luis García empezará a calentar motores en nada.
El asunto prioritario que salvo sorpresa, se debería oficializar esta próxima semana es la incorporación de Fran Garagarza (pendiente de desvincularse de los Wolves) como nuevo director deportivo. Se antoja fundamental la llegada del ex del Eibar pues le espera mucho trabajo, muchas urgencias que se deben agilizar para que Luis García pueda trabajar cuanto antes con todas las piezas en una pretemporada vital para arrancar con fuerza en Segunda. El armazón se debe reconstruir (si vuelan muchos jugadores más) y, sobre todo, reforzar, siendo la defensa la línea que merece una mayor atención por la sangría de goles que recibió la pasada Liga.
El primer equipo del Espanyol está citado para el martes 4 de julio para que los jugadores pasen los pertinentes reconocimientos médicos y empiecen a sudar las camisetas en la Ciudad Deportiva. Y Garagarza, nada más llegar, tiene dos asuntos fundamentales en su carpeta de trabajo: lograr convencer a Sergi Darder de que siga con un proyecto atractivo para que el tránsito en el infierno sea de un solo año y en segundo lugar, atar un ‘9’ con cara y ojos tras la marcha de Joselu pues urge arrancar la Liga con un ‘killer’ ya rodado en el equipo.
A partir de ahí, el director deportivo estará muy pendiente del futuro de una catarata de jugadores importantes que ya se rifan ‘novias’ de todo tipo. Al margen de Darder, el asunto que más preocupa con diferencia a la hinchada, César Montes, Cabrera, Braithwaite, Puado, Brian Oliván y Edu Expósito están el radar de uno o más clubs. Y más de uno acabará saliendo.
Ver qué salidas tendrá para mover fichar y apuntalar posiciones, sobre todo la defensa, con jugadores de perfil ‘Segunda’ es la principal tarea del ex del Eibar. Un trabajo enorme y a contrarreloj, aunque en el club existe mucha confianza en Garagarza. El tiempo dará y quitará razones pero urge acertar este verano después de la nefasta planificación deportiva de hace un año, lastre que empezó a precipitar desde demasiado pronto el descenso al infierno que finalmente se consumó.