Desde el 13 de agosto está prohibido fumar en la calle y en terrazas si no se puede mantener la distancia de seguridad en Galicia. Se trata de una medida implantada por la Xunta para tratar de frenar los contagios de coronavirus. Canarias se ha sumado a la restricción de estas prácticas, y otras doce autonomías estudian en estos momentos aplicar la medida.
El Ministerio de Sanidad alertó de los numerosos peligros de fumar en espacios públicos ya que los cigarrillos son potenciales transmisores del Covid-19.
Fumadores pasivos expuestos
Una de las principales razones por las que se prohíbe fumar en la calle y en las terrazas es que el humo que exhalan los fumadores lleva consigo la expulsión de gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser contagiosas si tienen el coronavirus.
Por este motivo los expertos lanzaron hace varias semanas la recomendación de no fumar en espacios al aire libre si no se podía mantener la distancia de seguridad.
Aumento del riesgo de contagio
La Organización Mundial de la Salud indica que los fumadores son más vulnerables al coronavirus. ¿La razón? El simple hecho de fumar implica llevarse los dedos a la boca, lo que aumenta de forma notable las probabilidades de contagio.
El riesgo aumenta si son varias personas las que comparten una misma cachimba. El uso compartido de boquillas y mangueras supone un gran foco de contagio del Covid-19.
Pueden presentarse complicaciones
A todo ello hay que sumar que fumar reduce notablemente la capacidad pulmonar. Por lo tanto, si una persona fumadora se contagia de coronavirus, tiene más probabilidades de sufrir complicaciones pulmonares de carácter grave, e incluso de fallecer.
Según varios estudios recogidos por el Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, los fumadores tienen 2,4 veces más de probabilidades de ingresar en la UCI por Covid-19.
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