¿Por qué nos gustan tanto los documentales de crímenes reales?

Las historias de crímenes parecen más populares que nunca. Los estantes de las librerías y los programas de televisión están repletos de misterios de asesinatos y novelas policíacas. Y el género del ‘true crime’ ha cobrado nueva vida en los últimos años, con documentales de gran éxito como Making A Murderer, The Jinx y The Keepers. No olvidamos los podcast que sobre todo en Estados Unidos han contado terribles historias de crímenes sucedidos en la vida real. Descubramos ahora más sobre el género del true crime y por qué nos gustan tanto los documentales de crímenes reales.

Por qué nos gustan los True crime

Nadie pone en duda que las series documentales de crímenes reales están en auge. Ya llevan varios años siendo de las más vistas en las principales plataformas, pero lo cierto es que su éxito no parece acabar. Un género que es muy popular en Estados Unidos pero que también ha generado varias producciones en España con series como «Yo fui un asesino: el crimen de la katana» que se puede ver en Dmax o «El caso Wanninkhof-Carabantes» disponible en Netflix.

Pero ¿por qué nos atrae tanto sentarnos al sofá y ver este tipo de reconstrucciones sobre historias de asesinos y de crímenes reales? Los psicólogos evolutivos dicen que nos atraen porque el asesinato, la violación y el robo han jugado un papel importante en la sociedad humana desde nuestros días de cazadores-recolectores. Está en nuestra naturaleza estar muy en sintonía con los delitos menores, e instintivamente queremos descubrir el ‘quién’, ‘qué’, ‘cuándo’ y ‘dónde’ para que podamos descubrir qué hace que los delincuentes actúen, y para protegernos mejor a nosotros mismos y a los que nos rodean.

Las mujeres, más atraídas por los crímenes reales

Un estudio de 2010 de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign descubrió que las mujeres tienden a sentirse más atraídas por las historias de crímenes reales que los hombres, y que están más interesadas en las historias que dan una idea de los motivos del asesino, que contienen información sobre cómo escaparon las víctimas, y que cuentan con víctimas femeninas. Así que esto encaja con la idea evolutiva: que las personas se sienten instintivamente atraídas por las historias en las que pueden identificarse con la víctima y leer sobre consejos y estrategias para derrotar a los ‘malos’. Es como si instintivamente quisiéramos saber más para saber cómo comportarnos en el caso de que nos ocurriera  nosotros.

Por supuesto, hay otras razones por las que nos atrae el crimen real: hay un elemento de resolución de problemas en muchos de los casos, por ejemplo, y está la satisfacción de perderse en una historia realmente buena que nos atrape y más sabiendo que ha sucedido en la vida real.


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