¿Por qué usar el móvil en el supermercado te hace gastar más?

Hoy en día, el uso del smartphone o teléfono móvil está más que extendido. De hecho lo usamos a cada momento e incluso muchas personas han acabado realizando actividades cotidianas como ir a la compra, mientras a la vez, van usando el móvil, algo que no se debería hacer según un estudio ya que por lo visto, el uso de un smartphone en el supermercado te hace gastar más.

¿Por qué usar el smartphone en el supermercado te hace gastar más?

Si eres de las personas que suele hacer la compra en el supermercado y a la vez, vas leyendo correos o tal vez te dedicas a mirar las redes sociales, es posible que el resultado al pasar por caja, es que pagues más de lo que tenías pensado porque en definitiva, has comprado más cosas de las que realmente necesitas.

Por ello, no es conveniente usar el teléfono mientras compras en el supermercado. Si queremos comprar los productos que realmente necesitamos y, por tanto, gastar menos, definitivamente es mejor estar concentrados en el gasto , evitando mirar la pantalla para revisar mensajes y redes sociales.

El estudio realizado en el Reino Unido

La sugerencia es el resultado de una prueba realizada por la Universidad de Bath (Reino Unido), que, gracias a unas gafas especiales capaces de registrar los movimientos oculares, monitorizó el comportamiento de 500 personas que realizaban una compra común en el supermercado, como la que solemos hacer nosotros todos los días.

Los psicólogos pudieron así observar lo que miraban las personas involucradas durante su recorrido normal por los pasillos del supermercado y el resultado no pudo ser más sorprendente, ya que echar un vistazo al móvil varias veces mientras se estña haciendo la compra, lleva a gastar hasta un 41% más, porque nos distrae de ir a por las estanterías en las que se encuentra lo que realmente queremos comprar, desactivando el piloto automático con el que, en general, se hace la compra.

Una mayor concentración 

La mayoría de los consumidores suelen comprar los mismos productos una y otra vez y automáticamente se trasladan a los estantes en los que se encuentran, descuidando todo lo demás. En cambio, al mirar la pantalla del móvil, están menos concentrados y el camino se vuelve más lento e impredecible. De esta manera, la atención puede ser captada más fácilmente por productos que se habrían ignorado y que, en cambio, terminan en el carrito, provocando que el costo de la compra se eleve.


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