Pese a sacar sólo un punto de Ipurua, Javi
Gracia no regresó a Valencia disgustado. Una de las obsesiones del técnico navarro es dejar de recibir tantos y ser más sólidos atrás y, en el campo del Eibar, su equipo logró acabar con la portería a cero, algo que no hacía finales de septiembre cuando venció en el estadio de la Real
Sociedad por 0-1. Esta vez lo que no hizo fue marcar y eso que en la última jugada del partido Kevin
Gameiro tuvo en sus botas la ocasión de redondear la jugada.
El equipo valencianista llegó a Eibar tras haber recibido 17 tantos en 12 encuentros y pudo sumar un nuevo encuentro a su casillero sin añadir nuevos goles gracias a la mala puntería de los delanteros armeros (especialmente Kike
García) y algunas intervenciones de mérito de Jaume
Doménech.
Pero no lo tuvo fácil porque lo hizo con sólo ‘media’ defensa titular. La baja de José
Luis
Gayà en el flanco izquierdo hizo de nuevo titular a Toni
Lato pero él también se lesionó en el tramo final y tuvo que acabar el partido en esa zona Therry
Correia a pierna cambiada.
Además, la baja de Hugo
Guillamón, que ha conquistado el puesto de compañero de Gabriel
Paulista, dejó sitio en el once a un Eliaquim
Mangala que se vio desbordado en varias ocasiones. Pero pese a todo, la portería se quedó a cero. “Estoy satisfecho por cómo se ha competido. Había que ser prácticos”, dijo el técnico en una rueda de prensa en la que reconoció que había sufrido mucho en los centros laterales.
(+) Mira el resumen de Eibar – Valencia
Había que ser prácticos
Este sábado recibirá al Athletic con la confianza que da haber dejado de nuevo a cero la portería pero también con la intranquilidad que da estar a apenas dos puntos del descenso… aunque también está en ese embrollo el equipo vasco.
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