Con independencia de donde acabe jugando el Espanyol la próxima temporada, lo que apunta a producirse al acabar el curso es una desbandada en toda regla. Salvo sorpresa, un pelotón de jugadores de la actual plantilla de Abelardo dejarán la entidad al finalizar la Liga si ésta se acaba reanudando, no siendo un factor determinante la categoría donde juegue el Espanyol el próximo ejercicio.
Lógica esta posible ‘fuga’ ya que hasta nueve jugadores dejarán a finales de verano de pertenecer al Espanyol, cinco porque sus contratos expiran y cuatro al acabar sus respectivas cesiones. No deja de ser sintomático que de los cuatro jugadores que han estado a préstamos este año en el club catalán, en principio, ninguno cuente con chance de prolongar su vinculación. Bernardo, cedido por el Girona, es el único con alguna posibilidad de seguir en Cornellà-El Prat, ya que el Espanyol deberá pagar como mucho un millón para hacerse con su propiedad. Eso sí, el jugador se fue del Girona el pasado verano porque quería jugar en Primera, de ahí que falta por ver qué pasará con el jugador si el equipo desciende.
Por Calleri el Espanyol debería abonar 25 millones al Deportivo Maldonado si desean comprar su ficha, una opción descartada si no se da una sustancial rebaja de precio que propiciase que la dirección deportiva apretase a Mister Chen para comprarlo.
Ferreyra, marcando en la Europa League
Ferreyra ya estuvo muy cerca de irse en enero, de ahí que este verano a buen seguro, será una de las salidas pues el Benfica, club del que está cedido, ya le está buscando nuevo destino.
Por último Corchia, sin ficha federativa tras haberse operado de su grave lesión y sin haber tenido presencia en el equipo, ya sabe que volverá a Sevilla.
Entre los que acaban contrato podría haber alguna prórroga de la vinculación, siempre eso sí, a la baja. Diego López, Javi López, Naldo, Dídac e Iturraspe están en este grupo y como mucho, dos de ellos podrían seguir de pericos.
Este tema ya es harina de otro costal pues se trata de hombres importantes en el once y pericos en mayúsculas, como es el caso del capitán Javi López, cuya continuidad no es está ni mucho menos descartada.
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