Cuando estamos deseando con ganas que algo ocurra, hay muchas formas de intentar que nuestras intenciones se hagan realidad mediante técnicas que suelen variar según el nivel de fe o las creencias de cada uno. Pero ¿has pensado en la visualización positiva? Te contamos qué es y cómo practicarla.
Hay quién cree en el karma, hay quien reza y también hay quienes creen en conjuros de brujería mediante los que podemos conseguir que algo deseado se cumpla por fin, desde conseguir un trabajo hasta tener un golpe de suerte o obtener algo que queremos alcanzar y que parece difícil a simple vista.
Una técnica sencilla que convertirás en un buen hábito
Este ejercicio consiste en evocar mentalmente imágenes que representen escenarios agradables o beneficiosos para ti para vivirlas como si verdaderamente estuvieran sucediendo, por lo que es necesario que cuando lo hagas te impliques en ellas con los cinco sentidos.
La visualización debe hacerse de forma consciente y teniendo por lo menos un objetivo claro y es importante que los escenarios que imagines sean realistas y sobre todo factibles.
Si lo haces correctamente, lo que la visualización positiva puede aportarte es, entre otras cosas, calma, relajación y bienestar, e incluso te puede ayudar a superar temores, a mejorar la confianza en ti mismo ¡o a mejorar distintas habilidades que necesitas perfeccionar!
Además, si necesitas enfrentarte a un reto que se te hace cuesta arriba, este ejercicio también puede serte de utilidad, pues tal y como se ha demostrado en distintos procedimientos y tratamientos psicológicos.
Practica la visualización en 3 pasos y conseguirás beneficiarte de sus ventajas
Precisamente porque no todo el mundo suele ser capaz de conseguir visualizar la escena deseada en el primer intento, lo más recomendable es practicar este ejercicio de forma regular; y es que cuanto más entrenemos al cerebro, más rápidamente conseguirá este dominar la imaginación y adquirir la facilidad de visualizar lo que queremos conseguir con todo lujo de detalles.
Para conseguirlo, puedes probar empezando con tres pasos que consisten en practicar primero la visualización intentando imaginar y revivir una escena reciente (para lo que deberás concentrarte en todos los detalles y sensaciones que esta te ha provocado).
En segundo lugar deberás relajarte en un lugar silencioso, cómodo y tranquilo, y por último, toca visualizar esa escena que te transmite felicidad y que puede ser desde ganar una competición, hasta conseguir transmitirle a tu superior un mensaje, con un sinfín de posibilidades intermedias mientras que se trate de imágenes que representen un éxito o que te provoquen una sensación de satisfacción.
Source link