Primer duelo televisivo de los tres aspirantes a suceder a Merkel

Con las elecciones más reñidas de la historia de Alemania a menos de un mes, los tres principales candidatos se enfrentan esta noche en el primero de los tres debates televisivos acordados hasta el 26 de septiembre. La cita es única por muchos motivos: por primera vez no habrá un canciller en ejercicio defendiendo su gestión; los participantes son tres, y no dos, como hasta ahora, y se produce en un momento clave de la campaña electoral, con los tres partidos muy igualados en las encuestas. Ya pocos dudan de que Alemania tendrá por primera vez un Gobierno de tres partidos en coalición.

Más información

Lo que está por ver es cuál de los que se enfrentan hoy liderará esa alianza. Se avecinan semanas o meses de intensas negociaciones y nadie descarta que Angela Merkel siga ejerciendo de canciller cuando lleguen las Navidades. Los últimos sondeos pronostican un empate entre los conservadores de CDU y CSU y los socialdemócratas del SPD, un poco por encima del 20% de intención de voto. Los Verdes se quedan por detrás, pero muy cerca, rondando el 18%.

En la víspera del duelo a tres (triell, como lo han bautizado los medios alemanes, jugando con duell), el sábado se publicó una nueva encuesta, la tercera, que confirma la caída de los conservadores, liderados por el centrista Armin Laschet. El sondeo de Insa para el diario Bild, el más leído de Alemania, aumenta la ventaja de los socialdemócratas sobre la de otras empresas demoscópicas: un 24% de intención de voto para el SPD de Olaf Scholz, un 21% para los conservadores y los Verdes estables en el 17%.

Los analistas coinciden en que Laschet, de 60 años, llega muy tocado al debate, no solo porque su partido -que el verano pasado adelantaba en casi 20 puntos al SPD- se hunde en intención de voto, sino porque también su valoración personal va de mal en peor. Los alemanes no le ven como canciller. Merkel, que hasta hace poco se mantenía al margen de la campaña, ha salido en su rescate apareciendo con él en un acto electoral.

Únete ahora a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites

Suscríbete aquí

Angela Merkel apoyó a Armin Laschet en un acto electoral el 21 de agosto pasado en Berlín.
Angela Merkel apoyó a Armin Laschet en un acto electoral el 21 de agosto pasado en Berlín. JOHN MACDOUGALL / AFP

En casa de los socialdemócratas se ha producido el fenómeno contrario. Scholz, de 62 años, vicecanciller y ministro de Finanzas en el Gobierno de coalición de Merkel, siempre ha estado bien valorado individualmente, pero no conseguía trasladar ese empuje a las cifras de su partido. Hasta ahora. Su fama de gestor serio y eficiente, de político experimentado en el que se puede confiar ha rescatado por fin al SPD del sótano demoscópico.

Laschet, que acumula errores durante la precampaña, tiene que volver a ganarse la confianza de los alemanes. No podrá estar a la defensiva y contestar en tono presidencial, sino que le tocará atacar, especialmente a Scholz. Ahora su rival es él. En abril lo fue la candidata verde, Annalena Baerbock, de 40 años, que tras su nominación impulsó a su partido hasta superar en intención de voto a los conservadores. Sus errores no forzados, sumados a una sucia campaña de desprestigio inaudita en Alemania, la descabalgaron de la cumbre. Si alguien aprovechará el debate para atacar a los oponentes, sin duda será ella.

Baerbock se presenta como el cambio frente al statu quo que representan Scholz y Laschet, presidente de la región de Renania del Norte-Westfalia. Sin resultar agresiva –algo que no gusta a los electores alemanes- podrá señalar con el dedo a los representantes de los dos partidos que gobiernan y echarles en cara sus errores y su inacción. De Scholz se espera que adopte actitud de estadista, que no entre al trapo y que aproveche para colocar en televisión sus promesas electorales. El SPD ha hecho una campaña muy personalista con Scholz. Su cara sobre un fondo rojo domina en los carteles electorales por todo Berlín, mientras que a Laschet apenas se le ve. Sus mensajes también han resultado muy claros: subir el salario mínimo a 12 euros la hora, lucha contra el cambio climático y trabajo y pensiones estables.

Cartel electoral del SPD y Olaf Scholz en una calle de Düsseldorf esta semana.
Cartel electoral del SPD y Olaf Scholz en una calle de Düsseldorf esta semana. Martin Meissner / AP

El programa, emitido por las cadenas privadas RTL y ntv, durará 110 minutos, no tendrá interrupciones comerciales y los candidatos no saben lo que se van a encontrar: no han sido informados sobre los temas que se tratarán. Se espera que hablen de las dos crisis actuales, la de Afganistán y la del coronavirus, y por supuesto de los temas importantes de la campaña electoral: la lucha contra el cambio climático, la economía, el trabajo y la protección social. Quedan dos debates más, el 12 y el 19 de septiembre. Otra novedad. Cuando era Merkel la que defendía su gestión, limitaba las apariciones en televisión a un solo debate.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.




Source link