Las investigaciones sobre los incidentes en la final de la Liga de Campeones del 28 de mayo que se disputó en el Estadio de Francia han dado frutos con un primer proceso judicial contra un hombre que está en prisión provisional por haber agredido a unos aficionados españoles.
El fiscal de Bobigny, Éric Mathais, que está a cargo de esas investigaciones, se felicitó en declaraciones al diario Le Parisien por este primer caso transmitido a los tribunales una vez que lo ha dado por concluido la célula especial que se ha creado con una docena de policías que han revisado “miles de horas” de grabaciones de vídeo.
Mathais confía en que habrá otros, después de que el encausado, un joven de Costa de Marfil que llegó en 2018 a Francia, donde está en situación irregular, pidiera este martes ante un tribunal de Bobigny ante el que fue presentado por el procedimiento de comparecencia inmediata, el aplazamiento de su proceso para poder prepararlo.
Entre tanto, este vecino de la ciudad de Epinay sur Seine, próxima a la de Saint-Denis donde se encuentra el Estadio de Francia, va a seguir entre rejas imputado por haber robado el móvil a una aficionada española y por haber golpeado a su padre cuando se interpuso.
También está encausado por haber pegado a un policía que lo persiguió y que como consecuencia de la agresión estuvo de baja durante 21 días.
Una vez detenido, se le encontraron cuatro teléfonos a este hombre que trabaja como repartidor y que ha reconocido que está enganchado a los ansiolíticos y que fuma diariamente media docena de porros.
Según Le Parisien, se han presentado 245 denuncias por los ataques y agresiones contra los aficionados del Real Madrid y del Liverpool que acudían a la final de la Champions, de las cuales 130 han llegado por correo, como se propuso a los hinchas españoles e ingleses.
El examen de los vídeos por los policías ha permitido contrastar que los autores de esos delitos no fueron los aficionados, sino habitantes de la zona que aprovecharon la concentración para cometer robos y agresiones.