Primera mujer transgénero de las Fuerzas Armadas Brasileñas logra importante victoria judicial


Hace 20 años, Maria Luiza da Silva se convirtió en la primera trans de las Fuerzas Armadas Brasileñas, pero tras su cambio de género fue obligada a engrosar las filas de la reserva. Desde entonces, la militar mantiene una incansable batalla en la Justicia que ahora parece llegar a su fin.

A los 18 años, Da Silva ingresó en la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) como mecánica de motores de aeronaves, una trabajo que, asegura, desarrolló durante 22 años con un “compromiso” y “responsabilidad” que le valieron el reconocimiento de sus superiores.

Pero su carrera militar se truncó en 1998, cuando se sometió a una operación de cambio de género.

“Yo desempeñaba mis funciones con mucha alegría, pero tenía algo dentro de mí, desde pequeña, que era la pertenencia al sexo femenino. Cuando comencé la carrera no existía la posibilidad de un cambio completo (de género), pero la Constitución (1988) me dio más garantías y derechos”, sostiene en una entrevista con Efe.

Cuando comenzó su transición, recuerda, encontró una fuerte resistencia por parte de algunos sectores de la Aeronáutica e incluso fue presionada para desistir del proceso. Tras la cirugía, le fue impuesta una jubilación anticipada al ser considerada “incapaz para el servicio militar” por una junta médica.

Inició entonces un vía crucis judicial que se ha prolongado durante más de dos décadas: primero para reincorporarse al servicio militar y, posteriormente, para garantizar la pensión integral.

“La intención desde el inicio era que el juez determinara mi reintegración, pero debido a tantos recursos, el proceso fue extendiéndose. Ya no pude regresar más a las actividades y a partir de ahí solo me quedaba pedir al Poder Judicial mis derechos reconocidos, mis progresiones militares”, explica.

Tras un rosario de pleitos, el Tribunal Superior de Justicia (STJ) reconoció esta semana el derecho de la militar de recibir la pensión integral en el cargo de subteniente al considerar que le fue “retirado el derecho de progresar en la carrera debido a un acto administrativo ilegal, nulo, basado en irrefutable discriminación”.

La decisión, proferida por el magistrado Herman Benjamin, todavía puede ser recurrida en el propio tribunal, pero Da Silva se muestra confiada de que “la lucha puede estar llegando a su fin”.

“Para mí, mi lucha hasta ahora ya es una gran victoria”, asegura la demandante, quien cumple 60 años el próximo 20 de julio, misma fecha del nacimiento de Alberto Santos Dumont, considerado como el “padre de la aviación”.

UN PRECEDENTE “EXTREMADAMENTE” IMPORTANTE

El abogado Max Telesca, quien representa a Da Silva en el proceso, considera que la decisión del TSJ supone un “precedente extremadamente importante” que puede empujar a otras personas a “tomar una actitud simular”.

“Es muy importante que esa decisión llegue en este momento histórico, porque es cuando se recrudecen las fuerzas ultraconservadoras que quieren establecer un freno a las conquistas de la civilización”, dijo a Efe Telesca.

A su juicio, el caso de Maria Luiza es “histórico” y muestra que el proceso de civilización sigue avanzando pese al actual “momento de retroceso” que vive Brasil, donde en los últimos años ha habido un fortalecimiento de los sectores más conservadores culminado en la elección como presidente del ultraderechista Jair Bolsonaro en 2018.

“El momento que vivimos es de retroceso, una reacción a muchos avances. Es natural que ocurra porque hay una parcela que no cree en esos derechos, pero son minoría. El curso sigue, con uno o dos pasos atrás, pero con seis adelante”, recalca el letrado.

Da Silva espera ahora en que su batalla pueda servir como ejemplo para otros hombres y mujeres, incluso dentro de la Fuerza Aérea Brasileña.

“Fui la primera militar trans de la FAB pero desde el inicio sabía que no sería la única”, subraya Da Silva, cuya historia llegará a la gran pantalla este año con el documental “Maria Luiza”.




Source link