Tras seis largos meses apartada de todo y de todos, Isabel Pantoja reaparece para gran alegría de sus seguidores. Han sido 181 días y noches de reclusión en casa. La artista se confinó en su casa de la finca Cantora, en Medina Sidonia (Cádiz), el pasado marzo, y pese al final del estado de alarma prefirió no moverse. Mucho, mucho respeto a la Covid y decidió refugiarse tras los muros de esa casa junto a su madre y su hermano Agustín, el mismo que día que volvió de cantar en Madrid en su último concierto del 6 de marzo. Cantora, ese lugar en el que, como ella mismo ha dicho en más de una ocasión, le gustaría acabar sus días ha sido su fortaleza durante todo este largo y extraño verano. Allí tiene todo lo que necesita y sus dos hijos han ido a visitarla con los nietos. Desde que dejara su última residencia, la polémica casa Mi Gitana que compartió con el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz en la ciudad costasoleña, Isabel hizo de Cantora su hogar.
Este jueves abandonaba por primera vez su refugio gaditano y con todas las medidas de precaución- no se separa de su mascarilla- llegaba a Madrid donde le esperaba una cita de trabajo. Isabel Pantoja es algo aprensiva, según quienes la conocen, y esta crisis sanitaria le ha sumido en días de mucha preocupación, como a otros muchos españoles. Noches largas y despertares tardíos que acortaban los días sin mucho que hacer, amén de las mascarillas que decidió coser ella misma, ratos con su madre y películas. El verano relajó la tensión con la piscina y las visitas de los suyos. La artista reaparece en la mañana de este viernes para promocionar el estreno de su último trabajo en televisión. Será este lunes cuando vuelva a las pantallas como jurado del programa de talentos infantiles Idol Kids de Mediaset.
Fue un trabajo que realizó con muchas ganas e ilusión cuando acabó su aventura en el reality ‘Supervivientes’, un memorable éxito de audiencia. De la isla llegó cansada, pero renovada como persona y artista, me aseguraron a su regreso en julio del pasado verano. Fue su resurgir para el gran público tras años complicados por su condena penitenciaria, si bien su vuelta a los escenarios fue algo más dificultosa. En ese acuerdo televisivo, se incluía su participación en el programa de voces infantiles que este lunes estrenará su segunda entrega para alegría de sus seguidores, que son legión. Durante las grabaciones trascendió el “buen feeling” de Panto con los niños, lo bien que conectaba con ellos y cómo se lo curró. El contrato con Mediaset le catapultó de nuevo a las portadas, a los titulares de los medios y le permitió poner algo de orden en sus cuentas y cubrir algunas deudas importantes. Aún le quedan algunas pendientes, pero esa es otra historia.
Ahora, Isabel Pantoja abandona Cantora de nuevo para trabajar, aunque, en este caso, su cita profesional se limita a la promoción del programa. El espacio se terminó de grabar en febrero, está firmado y cobrado y concluye con la promoción. Su imagen la deja en manos del estilista Alberto Dugarte. Pantoja suele poner esa condición, amén de viajar en preferente, solicitar coche a puerta de escalera del avión (servicio Premium), chófer al hotel y a los estudios de televisión. Es su primera salida de casa desde que se encerrara en marzo. Ha viajado con cierta angustia. Es asustona, como dicen en el sur, pero ella sabe que en Mediaset extreman las medidas de seguridad. Será un viaje relámpago y, probablemente, se vuelva de inmediato a su refugio gaditano. Seguirá pendiente de nuevos proyectos que, de momento, no aparecen. Tras verse obligada a cancelar el concierto de julio previsto en Jerez y el de Chile, que se pospuso a diciembre, la veremos solo en Idol Kids y puede que hasta cantando. Sí, aquella canción que lanzó el día de los enamorados, “Enamórate”. Listos para el espectáculo.