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Primoz Roglic, siempre en mi equipo

Primoz Roglic, siempre en mi equipo

Si ustedes me preguntan qué corredores querría en mi equipo ciclista uno de ellos sería sin duda Primor Roglic. Un corredor valiente, atrevido, que nunca se da por vencido, y que en el desenlace de la 16ª etapa de La Vuelta demostró el pundonor que le caracteriza, cuando sorprendió a sus principales rivales en los tres últimos kilómetros del día al lanzar un ataque letal que ninguno de sus principales oponentes supo leer ni pudo seguir. Y cuando se disponía a lograr su objetivo, cuando se encontraba a 200 metros de la línea de meta, sufría una aparatosa caída que ya se veía que tenía mala pinta. ‘Rogla’ llegó a meta, pero cuando a última hora de la noche su equipo, Jumbo-Visma, emitió un comunicado ya se podía esperar la no presencia del líder de la formación neerlandesa en la salida de Aracena.

Muchas veces se habla del componente épico del ciclismo, elevando las acciones de los corredores a los altares, y pocas veces se destaca la crueldad de uno de los deportes más duros y exigentes que hay, y ayer Roglic volvió a ver como la suerte le era esquiva, quedándose sin el premio que merecía por su atrevimiento, en el que era el primero de los ataques letales que tenía pensados en los próximos días. Su forma física iba a más y era el único corredor capaz de romper la carrera y ofrecer el espectáculo que de verdad quieren ver los aficionados. No es la primera vez que al esloveno le sale cruz, pero Primoz, que llegó al ciclismo tras un fuerte accidente cuando era saltador de esquí, siempre ha demostrado una gran capacidad de sufrimiento y de trabajo, levantándose de todos los sinsabores que le ha deparado la vida. Y la de La Vuelta no dejará de ser una nueva piedra en su camino que en breve dejará atrás.

Un abandono que marca el desarrollo de la carrera y que dibuja un nuevo escenario en La Vuelta, con Remco Evenepoel más líder y con Enric Mas y Juan Ayuso en tercera posición.




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