Para combatir el delito de tráfico de personas y ante el creciente número de migrantes que caen en manos de estos delincuentes en su intento por llegar a Estados Unidos, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, presentó el viernes al Congreso una iniciativa para endurecer las penas de cárcel.
El mandatario propuso elevar el castigo a condenas de entre 10 y 30 años, pues ahora la ley contempla de 2 a 5 años para los traficantes, conocidos como “coyotes”.
“Ratifico el compromiso de mi gobierno de endurecer las penas de cárcel contra los ‘coyotes’ y los traficantes, e insistir ante Estados Unidos (para que) admitan la extradición de este tipo de delincuentes“, dijo Giammattei en su discurso ante el Congreso por su segundo año de gobierno.
La iniciativa señala que en caso de que los traficantes trasladen a menores de edad, mujeres embarazadas o los migrantes sean sujetos a un trato inhumano, las penas puedan incluso ser mayores.
El anuncio del mandatario se da a poco más de un mes del fatal accidente en el que 56 migrantes, la mayoría de ellos guatemaltecos, fallecieron tras volcarse en Chiapas, México, el tráiler en el que viajaban. Más de 100 personas hacinadas iban en la caja del vehículo de carga.
El accidente, que dejó también decenas de heridos, ha sido uno de los más trágicos en los que se han visto envueltos migrantes y refleja su vulnerabilidad y los malos tratos que sufren por parte de los “coyotes” en su desesperado intento por llegar en caravanas a Estados Unidos.
Giammattei pidió que la reforma sea aprobada con carácter de urgencia nacional. Sin embargo, primero debe discutirse y obtener al menos la aprobación de las dos terceras partes de los 160 diputados del Congreso. El proyecto podría prosperar, pues el oficialismo lograría conseguir los votos necesarios debido a alianzas y al apoyo que tiene de otras bancadas.
Y a pesar del peligro que representa, se anunció otra caravana de migrantes que saldría este fin de semana desde Honduras e intentaría cruzar Guatemala con rumbo al norte, señalaron autoridades migratorias este viernes.
Restos repatriados
El Gobierno de México repatrió esta semana los cuerpos de 18 de los guatemaltecos que fallecieron en el accidente vehicular del pasado 9 de diciembre, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; con éstos, ya son 38 los fallecidos entregados a Guatemala.
En un operativo coordinado entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Instituto Nacional de Migración (INM), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los restos fueron trasladados a la Ciudad de Guatemala, en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, para ser entregados a funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
Con el apoyo del gobierno de los países de origen de los fallecidos, la FGR ha logrado hasta ahora la identificación de 55 personas que perdieron la vida, de las cuales 42 eran de nacionalidad guatemalteca.
Entre los muertos, también figuraban 11 dominicanos, un ecuatoriano y un salvadoreño. Hasta el momento, 43 cuerpos han sido repatriados a su lugar de origen por el Gobierno de México: 38 a Guatemala y cinco a la República Dominicana.
Como parte del apoyo a los familiares de las personas que perdieron la vida en el accidente, el INM cubrió todos los gastos generados por los servicios funerarios.
En la volcadura del 9 de diciembre, también resultaron heridas más de 100 personas. El tráiler, que transportaba a unas 166 personas en un remolque acondicionado, se volcó por la excesiva velocidad al entrar a una curva en una vía en las afueras de Tuxtla Gutiérrez, lo que provocó una de las peores tragedias de migrantes en México en la última década.
Tras los hechos, el 10 de diciembre se integró un grupo de trabajo con la participación de México, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Estados Unidos para investigar, identificar, aprehender y presentar ante la justicia a los integrantes y mandos de la organización criminal transnacional responsable del accidente.
Con información de Reuters, AN y SRE
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