PSOE y Podemos acuerdan no citar ahora a Villarejo en la comisión Kitchen porque miente


PSOE y Unidas Podemos han llegado a un acuerdo para no citar a José Manuel Villarejo en una primera lista de comparecientes de la comisión de investigación en el Congreso de la Operación Kitchen sobre irregularidades en los Ministerios del Interior de los gobiernos de Mariano Rajoy, porque entienden que el polémico comisario jubilado “miente” e “intoxica”. El PSOE ha convencido a Podemos sobre la cuestión de centrarse, inicialmente, en pedir comparecientes más técnicos y profesionales que dirigentes políticos. El PP intenta retrasar el inicio de los trabajos con trabas judiciales hasta después de las elecciones catalanas.

La comisión de investigación Kitchen, sobre la utilización ilegal de recursos del Ministerio del Interior para favorecer los intereses del PP en sus casos de corrupción en los ejecutivos presididos por Rajoy, no termina de ponerse en marcha. El pleno del Congreso aprobó su creación el pasado 7 de octubre, pero desde entonces se han cruzado en su camino otras prioridades políticas, parlamentarias y divergencias sobre sus objetivos.

El Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, los partidos que la propusieron e impulsaron, se ha volcado más estos meses en la lucha contra la pandemia y en la aprobación de sus primeros presupuestos del Estado. Ambas formaciones, además, no compartían de entrada una estrategia similar sobre cómo afrontar los trabajos de esa polémica comisión. El PP, naturalmente, nunca creyó oportuna su formación, porque podría salpicar a los más altos cargos de la cúpula de Interior en sus gobiernos y porque el exministro titular de esa cartera, Jorge Fernández, era además uno de los amigos y colaboradores más cercanos del expresidente Rajoy.

La comisión debía arrancar finalmente este viernes, pero lo hará lastrada. Este miércoles los partidos debían registrar en el Congreso sus planes de trabajo y en los mismos se vislumbran ya sus intenciones. PSOE y Unidas Podemos, pese a sus discrepancias de origen, han pactado al final —tras numerosas llamadas y reuniones en los últimos días— una primera aproximación sobre cómo debería funcionar la comisión las primeras semanas. En ese escenario, el PSOE ha logrado convencer a Unidas Podemos de volcarse de entrada en reclamar documentos, información técnica y versiones de los mandos policiales y de los profesionales de los distintos cuerpos de seguridad afectados para intentar descifrar de qué responsables políticos recibían las órdenes, que en algunos casos llevaron a espiar incluso al extesorero del PP Luis Bárcenas, la pieza clave del caso Gürtel.

“En Podemos han entrado en razón”, expone un miembro del Grupo Socialista, para justificar que esa formación aceptara no incluir en su primera lista de comparecencias ni al expresidente Rajoy, ni al actual líder popular, Pablo Casado, o a la exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ni incluso a Villarejo.

Enrique Santiago, portavoz adjunto y vicepresidente de la comisión Kitchen, explicó este miércoles en el Congreso sobre la oportunidad de llamar ahora a Villarejo que sus declaraciones “varían en función de sus intereses”. Denostó al comisario por estar acostumbrado a “inventar o manipular”. El dirigente de Podemos apostó, por tanto, por “cuanta menor intoxicación, mejor”. Eso sí, Santiago no descarta variar de criterio según progresen los trabajos: “no creo que sea bueno empezar por él, pero tendrá que llegar el momento de decidir si comparece o no”. El PSOE, de hecho, teme que Podemos acabe por desmarcarse de su estrategia de contención y en el futuro termine reclamando su presencia y la de otros cargos políticos porque, de hecho, Santiago avisó de que toda la cúpula del PP tendrá que “comparecer” porque, en su opinión, “no están por encima ni de la ley ni de las responsabilidades”.

Mientras PSOE y Podemos acuerdan las primeras citaciones, que no cerrarán hasta la semana que viene, otros partidos sí avanzaron ayer sus planes. Ciudadanos, HB Bildu y ERC, por ejemplo, sí creen necesarias las explicaciones de los máximos responsables políticos en aquellos momentos del Gobierno y del PP. Vox optó por demandar más documentos y asistencias de profesionales policiales.

El PP se desmarcó y no adelantó cuáles serán sus peticiones de comparecencias. Se las reserva para ver por dónde apuntan PSOE y Podemos. Lo que sí exigió este miércoles el PP fue que la comisión demore de nuevo su arranque hasta después de que se celebren las elecciones catalanas. La portavoz popular, Cuca Gamarra, presentó un escrito en el registro del Congreso para denunciar los intereses políticos e ideológicos del PSOE y Podemos aprovechó para solicitar —tanto al juzgado que lleva el caso en la Audiencia Nacional como a los letrados de las propias Cortes— sendos informes jurídicos sobre la conveniencia de trabajar en la comisión al mismo tiempo que lo hacen órganos judiciales sobre sumarios en los que están personados ya esos partidos.


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