El portal Mediapart informó ayer que el PSG encargó a una empresa externa la creación de miles de cuentas falsas en Twitter para desprestigiar a clubes, medios de comunicación y también a futbolistas como Mbappé. A eso precisamente se podría acoger el francés para romper su contrato con el cuadro parisino después de haber filtrado a través de su entorno que quiere irse porque no se han cumplido las promesas que le hicieron en su renovación.
Este escándalo en redes sociales abre la puerta a este escenario de acuerdo con el análisis de Tatiana Vassine, abogada laboral, en RMC Sport: “Cada una de las partes vinculadas por un contrato de trabajo está sujeta a una obligación de lealtad y de buena fe existente en cualquier acuerdo. Esta obligación requiere que tanto el empleado como el empleador cumplan sus obligaciones entre sí de manera justa y sin dañar al otro”, asegura.
Mbappé se siente traicionado por el PSG porque entiende que no se ha llevado a cabo la revolución de la que le hablaron en verano. Que además haya sido presuntamente difamado a través de perfiles artificiales creados por su propio club dibuja otro escenario: “En caso de litigio, corresponde a órganos como el juzgado de trabajo o la comisión jurídica de la LFP decidir si puede rescindir su contrato. Ellos son los que tienen la última palabra”, añade Tatiana Vassine.