¿Puede un pasajero aterrizar un avión por su cuenta?

En caso de que mientras estamos en un avión se de la remota situación de que tanto el piloto como el copiloto se encuentren indispuestos o les sea incapaz pilotar, ¿ podría una persona aterrizar el avión sin tener experiencia ni entrenamiento?. Algo que hasta la fecha, que sepamos, no se ha planteado en la vida real pero ¿Qué ocurriría? ¿Podría ser como en las películas y que el pasajero aterrizara el avión mediante indicaciones de la torre de control?.

¿Puede un pasajero aterrizar un avión por su cuenta?

A pesar de que las aerolíneas y aeropuertos vigilan mucho la disponibilidad tanto del piloto como del copiloto y de hecho, ambos comen comidas completamente distintas para evitar que una posible intoxicación alimenticia les afecte a ambos, puede darse el hipotético y remoto caso en el que un pasajero tenga que ponerse a los mandos de un avión. 

En este caso y aunque el pasajero no tuviera experiencia pilotando aviones, podría conseguir aterrizar sin problema gracias a que en la actualidad, los aviones pueden aterrizar casi por sí solos, aunque contando en que siempre haya una persona en cabina (en este caso el pasajero).

Como funciona el aterrizaje del avión

Sin embargo, una cosa es la teoría; otro es la práctica. El pasajero primero de todo tendría que comunicarse con la torre de control, algo que de hecho le sería fácil si tenemos en cuenta que esta está en todo momento conectada tanto al piloto como al copiloto, de modo que tal y como suele verse en las películas, tendría que coger los cascos del piloto, ponerse en su asiento y escuchar las instrucciones desde la torre para hace aterrizar el avión activando los sistemas que permitan hacer esto de manera automática.

Como decimos, todos los aviones en la actualidad tienen tanto un piloto automático, que permite llegar al aeropuerto, como un sistema de aterrizaje automático que «dialoga» con los más sofisticados sistemas de aterrizaje por instrumentos (ILS) (los llamados CAT III B) de los aeropuertos, y que permiten llevar la aeronave al suelo automáticamente.

Diseñados para guiar con precisión a las aeronaves en condiciones de poca visibilidad, son capaces de hacerles tocar el suelo con un error de unos 20 centímetros desde el punto exacto de la pista donde se necesita aterrizar. Y este sistema, en caso de emergencia y en algunas circunstancias, puede ser suficiente para salvar a los pasajeros.

¿Qué deberíamos tener en cuenta?

El pasajero no tendría que hacer prácticamente nada aunque debería estar atento a que todos los sistemas funcionen bien cuando se activan y también y muy importante: a la climatología.

El sistema de aterrizaje automático se introdujo a partir de 1965 para aterrizar en condiciones de poca visibilidad, pero 25 nudos de viento cruzado son suficientes para hacerlo ineficaz. Y, de hecho, una ligera brisa hace que la mayoría de los pilotos aterricen manualmente o maniobren y corrijan la trayectoria. Si tenemos cualquier contratiempo en este sentido, la cosa se complicaría bastante aunque de nuevo, la torre de control tendría que darnos instrucciones sobre qué hacer.

Pero en condiciones de viento favorables, el sistema no tiene porque fallar y podríamos aterrizar sin apenas hacer nada, aunque tendremos que valorar también el aspecto personal y no entrar en pánico para que cualquier instrucción sea ejecutada de la manera precisa y adecuada.


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