Ferrari se ha visto obligada a actuar con prisa y tratar de alcanzar un acuerdo a marchas forzadas con Carlos Sainz para sustituir a Sebastian Vettel. El anuncio oficial del fichaje del madrileño por la escudería del ‘Cavallino Rampante’ podría darse este jueves después de horas intensas y de un nerviosismo que hubiese querido evitarse el equipo italiano y que no tiene otro culpable que Vettel.
Todo empezó con una sorpresa. Algo que según pudo saber MD, no esperaban en Maranello: Vettel filtró a sus amigos de la prensa alemana su adiós a la firma italiana al final del presente año el lunes por la noche, sin avisar al equipo y sin dar margen a Ferrari de maniobra, precipitando así la emisión de un comunicado oficial del conjunto de Maranello el martes por la mañana, a primera hora.
Aquello fue el final de todo. Si algo odian en Ferrari son las filtraciones a la prensa, y Sebastian, reincidente en las últimas semanas, había atestado una puñalada trapera al equipo con aquel acto, consciente de todas las consecuencias que traería.
La ‘venganza’ de Vettel
Ferrari le había presentado dos ofertas de renovación al alemán
, con una gran rebaja de sueldo, un contrato de un año que posteriormente pudieron aumentar hasta como mucho dos y en el que seguramente debía aceptar por escrito su condición de número 2 de Ferrari. Las condiciones no gustaron para nada al alemán y ya hacía días que las negociaciones estaban estancadas entre ambas partes.
Días antes, Vettel ya preparaba su terreno y su ‘venganza’ por haber recibido tales condiciones. Ya había destacado a la prensa alemana que sus anteriores contratos habían sido tres años, reforzando su actual posición remarcando que seguía siendo uno de los pilotos con más experiencia de la parrilla. No veía justo el trato que le estaban dando en la escudería a todo un tetracampeón, olvidando así su notable bajón de rendimiento de los últimos dos años.
Ferrari sabía que tenía la sartén por el mango. Vettel se había visto superado por Leclerc en el año de debut con Ferrari del monegasco. Y en plena crisis económica por el coronavirus, sin que Sebastian pudiera defender en pista su caché por la falta de competición, la posición del alemán no era nada favorable.
En ese contexto, Ferrari estaba dispuesta a seguir hablando con Vettel, pero ya tenía a Sainz, Ricciardo y Giovinazzi en su lista de posibles sustitutos. Tenía varios planes ‘B’ y tuvieron que apostar por Sainz de forma veloz al ver la sucesión de puñaladas que recibían por parte de Sebastian.
‘Seb’ usó a sus amigos para atacar
Vettel es un buen amigo de los periodistas alemanes. Ellos le cuidan, siempre. Pactaron con él hace años el dejar de lado su vida personal, no hablar sobre su familia, y centrarse en escribir sobre F1. Eso ha hecho que la relación entre los medios alemanes y Sebastian siempre fuera muy buena, y en este caso la usó en contra de Ferrari.
Empezó con una entrevista a ‘F1-Insider’ hace semanas, justo antes de que se desvelara que había recibido la primera oferta de renovación de Ferrari, enviando claros mensajes a la escudería sobre la experiencia que tiene y el hambre que sigue poseyendo. No tenía intención de verse rebajado a un papel de actor secundario, y posteriormente, tras rechazar la primera proposición, a través de su entorno, definió a la prensa alemana como “una broma” la primera oferta de Ferrari
.
Y el lunes llegó la gota que colmó el vaso. La paciencia de Ferrari se acabó con la filtración de que no seguiría vistiendo de rojo en 2021, que llegó por la tarde del lunes, y que cayó como un jarro de agua fría en Maranello. Les cogió a contrapié porque no tenían previsto tenerlo que comunicar el adiós de Sebastian tan pronto, sin darle tiempo a cerrar el fichaje que tenían previsto y analizar mejor todas sus opciones y posibles sustitutos.
Ferrari, reacción a contrarreloj
En Ferrari quieren dar la imagen de tenerlo todo controlado, de una gran planificación sin margen para el error, más todavía después del mal inicio de año por el pobre rendimiento de su coche en los test de Barcelona, y sobre todo, tras tantos años de decepciones. Ferrari pues, de acabar su vinculación con Vettel, quería hacer las cosas bien, dominar el tempo y realizar anuncios en cadena, coordinados, primero confirmando el adiós de Sebastian y, acto seguido, el anuncio de su sustituto, Carlos Sainz. Pero con la filtración de Vettel, fue imposible.
De bien seguro, la crispación que sintieron en Maranello fue enorme al leer las noticias filtradas por el propio Vettel, especialmente, en un equipo que le da mucha importancia a este tipo de cosas. Ferrari lo quiere controlar absolutamente todo, y Vettel, consciente de ello, les dio un buen golpe dónde más les duele.
En Ferrari, sin tiempo para reaccionar, tuvieron que acelerar el proceso que querrían haber realizado de forma más calmada, el fichaje del sustituto de Vettel. Sainz fue rápidamente el elegido por cumplir un mayor número de requisitos, y velozmente se pusieron manos a la obra para cerrar un acuerdo definitivo que podría anunciarse este jueves, después de solucionar algunos flecos todavía pendientes.
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