Puños en alto contra el ‘monopoly’ racial

Un restaurante senegalés en el madrileño barrio de Lavapiés puede convertirse en un privilegiado punto de observación de lo que le sucede a una comunidad entera en su día a día. A uno de ellos acude asiduamente Sara Martín López. Allí, entre vasos de bissap o platos de yassa, maafé o thiéboudienne, ha sido testigo “de redadas policiales y otras injusticias”. Ha visto cómo “la Policía entraba en el local a pedir papeles a los comensales negros o los sacaba a la calle para pedírselos, y se llevaba a los que no los tenían. Cómo al amigo con el que había quedado se lo llevaban detenido… Estas son cosas que ocurren muy a menudo”, afirma.

Le viene a la memoria, de manera muy especial, el día en que fue a comer allí con el saxofonista nigeriano Orlando Julius y su mujer, Latoya Aduke, cantante afroamericana, que estaban de gira por España: “Los tres presenciamos una de esas situaciones en la que se llevan a alguien detenido y recuerdo la cara de indignación de Latoya”. También se encontraba allí cuando Mame Mbaye murió. Fue testigo de cómo el establecimiento se convirtió en refugio y hospital de campaña para atender a los afectados por los disturbios que siguieron. “Estábamos a oscuras y en silencio allí dentro, con mucho miedo, y por las rendijas de las ventanas entraban las luces azules e intermitentes de los coches patrulla que pasaban por la calle”. Experiencias de este tipo han hecho que esta fotógrafa madrileña posicione su mirada del lado de la denuncia del racismo institucional y están detrás de uno de sus proyectos: The Restaurant en el que cuenta, principalmente, con personas senegalesas, aunque no exclusivamente.

Además de fotógrafa, Martín trabaja desde hace años en el mundo de la cultura y ha sido fotógrafa y gerente de un grupo de afrobeat durante cinco años. Esto le llevó a escuchar a Fela Kuti, “día y noche”. Las letras de sus canciones hicieron que prestara especial atención “a la información que recibimos del continente africano, de la migración y de la afrodescendencia”. Fue así también como entró en contacto con “muchas personas africanas creando fuertes vínculos con ellas”.

Foto del proyecto 'Correct look'.
Foto del proyecto ‘Correct look’.

Un día acompañó a una amiga a recoger su pasaporte a una embajada. Ella había completado y enviado todos los documentos con anterioridad. “Para sorpresa de las dos, la funcionaria nos dijo que no podía entregarnos el documento, porque ‘la fotografía no era adecuada”, comenta Martín que, además, recuerda cómo miró la imagen y no encontró ningún problema. Entonces la funcionaria les aclaró que el peinado de la amiga “no era correcto”. “Ella tenía rastas cortas y aquella mujer le insinuó que se cortara el pelo o se lo alisara. Al parecer, el cabello de una mujer o un hombre negro no es aceptado de una manera natural y yo no lo sabía”.

Unos días más tarde, la amiga apareció con el pasaporte. En la fotografía se mostraba con el pelo aplastado, pegado al cráneo. “Nos reímos juntas hasta llorar, pero sin olvidar el desprecio de la funcionaria, condescendiente y, como diría Fela Kuti, con una mentalidad colonial con la que se arrogaba la autoridad para decidir lo que es correcto en la apariencia de una persona”.

Aquella experiencia fue el comienzo de una reflexión sobre cómo la estética puede llegar a ser política y Martín comenzó a fotografiar “el cabello natural de las mujeres africanas en todas sus vertientes, tratando de crear imágenes cuidadas que inviten a soñar y sean reflejo de ese patrimonio e identidad”. Así es como nació otro de sus grandes proyectos: Correct Look. Hasta ahora ha fotografiado a mujeres africanas o afrodescendientes en España y Senegal y ya ha expuesto en varias ocasiones el material recopilado tanto en ciudades españolas como africanas, Sant Louis y Dakar, en Senegal, o en Cali, Colombia.

Confiesa la fotógrafa que este proyecto representa para ella un gran aprendizaje: “Me ha abierto la mente para entender la perspectiva de muchas personas negras, tanto africanas como afrodescendientes”. Ella, que llegó a este campo huyendo del mundo de la oficina, encuentra ahora en la fotografía una forma imprescindible de expresión.


Puedes seguir ÁFRICA NO ES UN PAÍS en Twitter y Facebook.

Exposición de la autora en Madrid.
Exposición de la autora en Madrid.




Source link