El piloto francés de Yamaha evitó que Bagnaia se proclamase campeón del mundo en Sepang
Francesco Bagnaia y Enea Bastianini
La penúltima carrera del campeonato del mundo de MotoGP no logró coronar al nuevo campeón del mundo.
Todo estaba preparado para que la Ducati de Pecco Bagnaia acabase dejando una renta suficiente como para hacer estéril el resultado del próximo GP de Valencia. Pero no fue así.
El italiano cumplió su parte y ganó la carrera, pero el francés Fabio Quartararo se resistió y obtuvo una tercera posición en el cajón que le permite soñar en el milagro.
El desenlace será en Valencia el próximo 6 de noviembre. ¿Habrá milagro?
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