¿Qué debemos hacer ante una insolación o golpe de calor?

Estamos ante los días más calurosos de todo el año, por lo que debemos procurar hidratarnos y protegernos del sol. Sufrir una insolación o un golpe de calor es algo de lo más común en días como los que ahora vivimos, y en algunas situaciones puede resultar muy peligroso. Veamos cómo lidiar con este tipo de situaciones y qué hacer para que la persona que lo sufre se pueda recuperar.

¿Qué hacer ante una insolación o golpe de calor?

Los efectos del calor en la salud se manifiestan cuando el sistema de regulación de la temperatura del cuerpo no puede dispersar el calor excesivo; la exposición prolongada a altas temperaturas puede causar dolencias leves, como calambres, desmayos o hinchazón o más graves , como la insolación y golpe de calor; estas condiciones ambientales extremas, además, pueden determinar un agravamiento de las condiciones de salud de las personas con enfermedades crónicas preexistentes y de ahí que ambas situaciones sean muy peligrosas por ejemplo para ancianos.

También los niños, en especial los bebés, que todavía no tienen su sistema de termorregulación corporal bien desarrollado, los casos de insolación o golpe de calor, pueden ser fatales.

¿Qué debemos hacer entonces si nos encontramos con una persona que ha sufrido los efectos del calor? O nosotros mismos ¿qué hacer si estando bajo el sol sentimos que de repente nos mareamos, notamos que vamos a vomitar, que la presión nos baja o que la respiración se acelera?.

Diferenciar insolación con golpe de calor

Lo esencial es bajar la temperatura de la persona que está sufriendo la insolación o golpe de calor, pero antes que nada debemos saber diferenciar entre ambas situaciones. Para ello, tenemos que saber que en una insolación nos ponemos a sudar, mientras que en un golpe de calor notaremos que la piel está caliente pero seca.

Cuando se produce una insolación, el sistema de regulación de la temperatura de nuestro cuerpo funcionan de manera adecuada, y es por eso que ante el exceso de calor empecemos a sudar. Nos quedaremos deshidratados pero si bebemos agua nos recuperamos con rapidez, y no habrán mayores complicaciones.

Tratar un golpe de calor

Ante un golpe de calor, el método de actuación requiere que vayamos paso a paso y de forma progresiva. Debemos bajar la temperatura a la persona pero no de golpe, ya que las consecuencias podrían ser más graves todavía.

Lo primero de todo es apartar a la persona del sol o del lugar en el que esté y haya sufrido el golpe de calor, para llevarlo a un lugar en el que haya sombra y a poder ser un poco de aire.

Luego tenemos que aplicarle compresas de agua fresca, poco a poco, y jamás darle una ducha de agua fría porque si la persona tiene un problema cardíaco de base y se produce un cambio brusco de temperatura, puede producirse un síncope.

La rehidratación es también básica, pero con pequeños sorbos de agua, o algún líquido que tenga un contenido adecuado de sales, por ejemplo el suero habitual, un aquarius o preparamos un litro de agua con una pizca de sal, otra de bicarbonato y el zumo de un limón. La persona deberá beber poco a poco y no en grandes cantidades porque si no puede aumentar la sensación de náusea y provocar el vómito».

En caso de que la persona que sufre el golpe de calor pierde el conocimiento, será necesario llamar al 112 y colocar a la persona de lado, para que su lengua no obstruya las vías respiratorias y pueda seguir respirando, mientras esperamos al servicio de emergencias.

Cómo evitar un golpe de calor

El golpe de calor afecta con mayor frecuencia a los grupos de población que viven en grandes ciudades, en áreas con poca sombra, en hogares sobrecalentados y con poca ventilación y sin aire acondicionado. También hay condiciones modificables, como ciertos hábitos que fomentan el aumento de la temperatura corporal. Aunque algunas indicaciones pueden parecer obvias y triviales, a menudo sucede que son la causa del golpe de calor; Para prevenirlo, es bueno poner en práctica el siguiente decálogo, sugerencias que pueden facilitar el enfriamiento del cuerpo y reducir los riesgos de deshidratación, especialmente en las personas más frágiles.

  1. Sal de la casa en las horas menos calurosas: Evita salir de 11.00 a 18.00. Al salir, protégete la cabeza con un sombrero de color claro y lleva gafas de sol, recordando que los valores de UV (Índice UV) de 6 a 10 son peligrosos para los ojos.
  2. Usa ropa ligera, preferiblemente algodón, una fibra que absorbe mejor el sudor y permite una mayor transpiración de la piel.
  3. Mantén una buena temperatura en el hogar y el entorno laboral. Durante el día, no permita que el sol entre directamente en las habitaciones: cierre las ventanas expuestas al sol con persianas, persianas, cortinas, etc. y también mantén las ventanas cerradas cuando el calor externo sea más alto que el interno, abre las ventanas en las horas más frescas, temprano en la mañana o tarde y noche, facilitando la ventilación del ambiente.
  4. Reduce la temperatura corporal:moja con tanta frecuencia como sientas la necesidad, cara y brazos con agua fría, y toma baños o duchas con agua tibia. En caso de calor excesivo, coloca un paño húmedo y frío sobre la nuca.
  5. Reduce el nivel de actividad física: Si no es posible, recuerda no quitarte la ropa sino cubrirte con ropa muy ligera, sombrero y gafas de sol.
  6. Bebe regularmente: Si no hay contraindicaciones del médico, bebe al menos 2 litros de agua al día
  7. Come bien: Una nutrición adecuada a todas las temperaturas requiere 3 frutas y 2 porciones de vegetales por día. Durante las olas de calor, además de las 3 frutas, se debe comer sandía, melón y preferiblemente alimentos con un alto contenido de agua y minerales. La leche y sus derivados son los alimentos que, además de las frutas y verduras, contienen la mayor contribución de sales minerales biodisponibles.
  8. Toma algunas precauciones si vas a usar el coche: Después de estacionar tu automóvil al sol, antes de entrar, abre todas las puertas, incluso la trasera, o pon el automóvil a la sombra y dejar que se enfríe. No entres, y en particular no pongas a los niños en el automóvil, hasta que los asientos no vuelvan a una temperatura aceptable, en particular los asientos de seguridad para niños. Mientras viajamos, es bueno abrir las ventanas al comienzo del viaje y adoptar una velocidad moderada; si usas el aire acondicionado, es bueno esperar a que todo se haya refrescado antes de proceder con las ventanas cerradas. Nunca dejes dentro del coche, ya sea bajo el sol o en la sombra, a niños, ancianos o animales.
  9. Guarda los alimentos y los medicamentos correctamente.
  10. Toma precauciones y cuida a las personas en riesgo.

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