Viajeros en el aeropuerto de Málaga. En vídeo, guía para viajar en tiempos de pandemia. FOTO: EFE | VÍDEO: PATRICIO ORTIZ
Los datos que diariamente conocemos sobre la evolución del coronavirus en España y en el mundo hacen que quienes están planeando sus vacaciones para el mes de septiembre se enfrenten a varias incógnitas a la hora de viajar. De hecho, el miedo a las consecuencias del virus es el principal motivo por el que un 40% de los españoles creen improbable irse de vacaciones este año, según un informe de ObservaTUR. Porque la nueva normalidad es bien distinta a la antigua en lo que se refiere a los viajes, hay que tomar ciertas precauciones si vamos a hacer turismo fuera de nuestras ciudades.
El destino. ¿Puedo viajar a cualquier lado?
Desde España hacia el extranjero, en el momento en el que se publica este artículo, no, ya que las condiciones cambian constantemente. Prácticamente todos los países imponen restricciones, cuando no prohíben directamente la entrada a viajeros procedentes de España. Dado que la situación de la pandemia es diferente en cada país, los expertos recomiendan planificar un viaje al extranjero consultando en las páginas web gubernamentales de los países de destino las medidas concretas de acceso. Hay desde los que piden obtener un resultado negativo en una prueba PCR con 48 horas de antelación al viaje, hasta los que exigen un periodo de cuarentena obligatorio.
La agencia online Rumbo ha desarrollado un algoritmo que elabora periódicamente un listado de los países más seguros para visitar, rastreando el número de casos activos de Covid-19, la calidad del sistema de salud o la distancia del destino desde el país de origen. De cara a septiembre, los más valorados por el algoritmo, a fecha de publicación de este artículo, son Italia, Grecia, Chipre, Alemania, Portugal y Eslovenia.
Anulaciones y cancelaciones. ¿Cuáles son mis derechos?
Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es crítico en este aspecto: “Nos gustaría decir que hay seguros de cancelación que son eficaces en estas circunstancias, pero en la práctica, solo operan cuando es el propio consumidor el que, por razones de salud, no puede continuar al viaje”. Advierte que, salvo que leamos la letra pequeña del contrato y se ajuste a nuestra situación, estos “mal llamados seguros de cancelación” no cubren las contingencias actuales generadas por la pandemia del coronavirus.
Conviene planificar un viaje con políticas de cancelación flexibles (sin gastos añadidos) para cada servicio contratado: billetes de transporte, alojamiento, servicios, actividades, etc. A pesar de ello, un motivo de fuerza mayor provocado por causas ajenas al consumidor puede ser motivo de reembolso íntegro de estas compras.
Cabe tener en cuenta que si se planifica un viaje al extranjero sin cumplir los requisitos de entrada al país que estén vigentes en el momento de la reserva, no existe derecho al reembolso ni a ningún tipo de indemnización.
¿Y si nos vuelven a confinar en septiembre?
Si el consumidor no puede acudir a unas vacaciones que tenía contratadas por un eventual confinamiento, tiene derecho a pedir el reembolso del servicio que no ha recibido. O bien el servicio completo porque no ha llegado a acudir, o un reembolso parcial si no ha podido disfrutar de la totalidad del mismo.
Si planeo mis vacaciones a última hora, ¿tendré alguna oferta?
La incertidumbre generada en el turismo ha provocado que los hoteles, de cara a la planificación, lancen ofertas flash de última hora para asegurar un mínimo de ocupación. Ana de la Fuente, responsable del equipo comercial de España y Portugal de Weekendesk asegura que este año “el cliente está reservando con muy poca antelación. El 90% de nuestras reservas son para el mismo mes en curso”. A lo que añade que, además, están consiguiendo ofertas de alrededor de un 35% en su campaña para septiembre “porque, si no, muchos no saben si podrán abrir”.
Medios de transporte. ¿Es seguro viajar en tren, bus o avión?
Todas las empresas de transporte de viajeros están obligadas, sin distinción, a exigir a todos sus viajeros el uso de las mascarillas durante todo el trayecto. Además, al no poder garantizarse la mayoría de las veces la distancia de seguridad en la zona de asientos, los protocolos de limpieza y desinfección son muy estrictos. Y, para más prevención, se reparte gel hidroalcohólico o toallitas desinfectantes a todos los pasajeros.
Respecto a los aires acondicionados, tanto autobuses como trenes se han visto obligados a programar sus sistemas con una mayor recirculación del aire. Es decir, que los aparatos no reciclan el aire del interior para ahorrar energía, sino que tratan de tenerlo el menor tiempo posible para evitar una posible propagación del virus por vía aérea. “No hay brotes vinculados a los medios de transporte”, añade el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Enrique García.
Alojamiento. ¿Son tan seguros los cámpines como los hoteles?
Sí. Al contrario de lo que puede parecer, la ley no diferencia en cuestiones higiénicas ningún alojamiento turístico de otro. Todos están obligados a cumplir las mismas medidas de seguridad para evitar posibles contagios, sobre todo limitando aforos y desinfectando zonas comunes. “Hemos observado que tanto los hoteles como alojamientos y cámpines están manteniendo correctamente todas las medidas de seguridad”, indica Ana de la Fuente, de Weekendesk.
De cualquier forma, desde las asociaciones de consumidores se muestran escépticos ante los denominados sellos covid free, impulsado por las patronales hoteleras. “Se puede garantizar que se cumplen con las medidas de seguridad, no la ausencia de virus”, sostiene Enrique García.
Tipos de turismo. ¿Qué vacaciones busca la gente en tiempos de pandemia?
“Este año es un año muy especial, pero las vacaciones de la mayoría de los españoles son similares a las del año pasado, principalmente buscando sol y playa”, asegura Alessia Dordoni, directora de comunicaciones del grupo Lastminute.com. A pesar de ello, este está siendo el mejor agosto para el norte de España, con comunidades como Asturias o Cantabria que tienen sus niveles de ocupación al 95% y 93%, respectivamente. Mientras, otras como Madrid no llegan al 30%.
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